El oro vuelve a brillar en los mercados gracias al conflicto sirio. La posibilidad de que EEUU decida intervenir militarmente en el país árabe ha desatado el nerviosismo de los inversores, que vuelven a apostar con fuerza por los activos considerados refugio. El preciado metal acaba de recuperar los 1.400 dólares por onza que no veía desde mayo.
Al calor del polvorín en que se está convirtiendo Damasco, los futuros del oro para entrega en diciembre han llegado a repuntar este martes un 2,2%, hasta marcar los 1.424 dólares por onza. La búsqueda de refugio inversor espolea la negociación a pesar de la fortaleza que el dólar estadounidense, moneda en que se contrata el metal, ha conseguido en los últimos días frente a buena parte de las divisas de las llamadas economías emergentes.
El resultado de este renovado apetito por los metales preciosos se extiende también a la plata y el paladio, entre otros. Sin embargo, el efecto sobre la cotización del oro es especialmente relevante, pues su gráfica ha revisitado máximos del último trimestre y ha entrado de nuevo en racha alcista, según los expertos técnicos. Y es que, desde los mínimos de finales del pasado mes de junio, el precio de la onza áurea ha remontado un 20%, quedando oficialmente libre de los ‘osos’ bajistas.
Los analistas coinciden en señalar como detonante de esta renovada ‘fiebre del oro’ a las últimas palabras del secretario de Estado de EEUU. John Kerry afirmó que la Casa Blanca pediría cuentas al régimen de Bachar al Assad por el “innegable” uso de armas químicas contra la población siria. Además, advirtió de que la tardanza en permitir el trabajo de la comisión inspectora de la ONU tendrá una respuesta. Una sentencia en la que muchos han visto la puerta abierta a una nueva intervención militar estadounidense en Oriente Medio.
Algunos gestores de carteras apuntan incluso a un masivo trasvase de dinero inversor desde la renta variable, más proclive a la volatilidad, hacia el oro y otros activos refugio como el petróleo y la deuda soberana de países ‘triple A’. Una circunstancia que, según datos de Barclays, habría dado lugar el pasado viernes al mayor volumen negociado en activos vinculados al oro en lo que va de año.
El conflicto sirio se convierte en el mejor parapeto para evitar la huida inversora que muchos vaticinaban en el mercado del oro una vez que la Reserva Federal de EEUU comenzase a retirar sus estímulos económicos. Ante la apreciación que este movimiento supondría para el dólar, se esperaba un menor brillo para el metal que, sin embargo, revalida su atractivo entre las crecientes tensiones internacionales.