Sniace se descalabra un 8% en Bolsa al amenazar con su desmantelamiento

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Sniace se descalabra un 8% en Bolsa al amenazar con su desmantelamiento

El castigo inversor no se ha hecho esperar después de que Sniace dejase este lunes la puerta abierta a su efectivo desmantelamiento. Desplome de hasta el 8,2% para las acciones del grupo de papel y energía después de haber amenazado con el despido de toda su plantilla tras la publicación de unas abultadas pérdidas semestrales.

Hasta el pasado mes de junio, Sniace arrastró pérdidas por 41,1 millones de euros. Una cifra que supone multiplicar por más de siete los números rojos acumulados hasta igual altura del año 2013. A este brusco descenso contribuyó el recorte del 47% en la facturación del grupo debido al nuevo régimen fiscal para la generación de energía que, según la propia compañía, le obligó a paralizar varias de sus fábricas.

Precisamente, Sniace ha amenazado hoy de cierre por la falta de concreción del Gobierno de Cantabria en torno a los compromisos que asumió para que el efecto de esta reforma energética fuera más llevadero para la compañía. Es así que ha planteado un expediente de regulación de empleo que supone la extinción de sus 533 puestos de trabajo. Amenaza así con que la suspensión temporal que se había acordado hasta el próximo mes de septiembre se convierta en definitiva si antes de que acabe ese mismo mes el Ejecutivo regional no responde a sus exigencias.

En concreto, el equipo que preside Ignacio Diego se ha comprometido a incluir de una de las dos turbinas de la fábrica de viscosa de Sniace en el régimen especial de generación de energía y a modificar la tasa de saneamiento como consecuencia de la entrada en funcionamiento de la segunda fase de la depuradora de una de las fábricas de la compañía. Unas iniciativas que supondrían la vuelta al funcionamiento de algunas de las plantas de producción de la cotizada que hoy por hoy permanecen sin actividad para ahorrar costes fiscales y productivos.

Diego ha citado para mañana martes al equipo directivo de Sniace, encabezado desde hace semanas por cuatro de los siete miembros del consejo de administración de la compañía. Una situación también interina -como por el momento lo son los recortes de plantilla- consecuencia de la convalecencia por un infarto que ha sufrido su presidente, Blas Mezquita.

El futuro más inmediato de la compañía dependerá en gran medida del fruto de estas conversaciones. Tanto en lo que se refiere a su actividad y su plantilla, como a su rumbo en Bolsa. Hasta ahora, la cota de los 0,30 euros por acción se antojaba el objetivo más próximo a conquistar por su gráfica de cotización si las conversaciones llegaban a buen puerto, sin embargo, los constantes desencuentros y falta de medidas concretas vuelven a dejar en entredicho los planes de recuperación para la compañía.

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