El Tesoro Público ha subastado 4.003 millones de euros de deuda en bonos a tres y cinco años, aunque para ello ha tenido que aumentar la rentabilidad frente a la colocación anterior de junio debido a la incertidumbre que genera Portugal.
La subasta se produjo en un momento de mayor incertidumbre en los mercados financieros por la inestabilidad generada tras la dimisión de dos ministros del Gobierno luso y las dudas surgidas en el programa de rescate a Grecia, lo que ha propiciado que la prima de riesgo española haya aumentado hasta superar los 315 puntos básicos. Asimismo, la rentabilidad del bono a 10 años español ha repuntado hasta el 4,8% en el mercado secundario.
El Tesoro ha colocado 1.023 millones en bonos a tres años con una rentabilidad del 2,897%, frente al 2,732% de la anterior subasta de deuda a este plazo. Ha sido además la rentabilidad más elevada desde abril. Respecto a la colocación de bonos a cinco años, se han adjudicado 2.980 millones de euros al 3,859%, la rentabilidad más alta desde febrero. En la anterior colocación de estos bonos, el interés fue del 3,638%.
La cobertura de la colocación ha sido algo inferior a la de otras subastas: la demanda ha multiplicado 2,1 veces la oferta. En la última subasta de deuda, el pasado 25 de junio, el organismo público colocó 3.074 millones de euros en letras a tres y nueve meses, por encima del máximo previsto, pero a los tipos más altos de todo el año en ambos casos, si bien la demanda se aproximó a los 8.000 millones de euros, más de 2,5 veces lo finalmente adjudicado.