La junta de accionistas de Banco de Valencia ha acordado este miércoles la fusión por absorción con CaixaBank, entidad catalana a la que el Banco de España la adjudicó a finales de 2012. Este era el único trámite que restaba para finiquitar los más de cien años de historia del banco levantino.
El acuerdo de fusión, en los términos ya propuestos el pasado mes de abril y que ya había aprobado el consejo de administración de CaixaBank, ha sido aprobado por un 99,04% del capital de Banco de Valencia. Cabe destacar aquí que la catalana, en herencia del Estado a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), ya es titular de un 98,98% de las acciones de la entidad de Pintor Sorolla.
Los consejos de las dos entidades aprobaron el pasado 4 de abril su proyecto de fusión por absorción. En el caso de la entidad catalana, pasados 15 días desde la publicación del anuncio de la operación en la web corporativa sin que ningún accionista solicitase celebración de junta, fue el mismo consejo el que ratificó el acuerdo el pasado 30 de mayo.
Sólo queda ya la fijación de un calendario definitivo para el canje a razón de una acción del banco presidido por Isidro Fainé por cada 479 títulos del nacionalizado valenciano. Una operación que desde hace meses lo mantiene ahogado en Bolsa a un céntimo por acción y con un volumen de negociación decreciente por el nulo interés que supone su inversión. El canje supondrá un sobreprecio de más del 70% para los accionistas de Banco de Valencia, mientras que CaixaBank se hará con el control total a cambio de un único euro, según aprobó el Banco de España.
