Mientras la moneda única apenas varía su cambio con la estadounidense, es el yen japonés el que experimenta mayor movimiento en esta jornada, fortaleciéndose frente a la mayoría de sus 16 pares.
La moneda nipona mejoró frente al dólar, dando la vuelta así a una pérdida del 6,4% en tres días, la mayor caída desde 1988. Concretamente, subió un 0,4% hasta los 98,95 yenes por cada billete verde y deja atrás el que había supuesto el cambio más bajo con desde mayo de 2009.
También se recuperó en su cruce con el euro, un 0,3% hasta los 128,84 yenes. Por su parte, la divisa compartida mantuvo casi intacto su cambio con la de EEUU, marcando una paridad en 1,3016 dólares.