El InterContinental Exchange (ICE) vuelve a la carga. Tras su fallido intento en abril del año pasado de hacerse con el gestor de la Bolsa de Nueva York, NYSE por sus siglas en inglés, retoma la operación. Esta vez en solitario y a un precio inferior al de entonces: 8.200 millones de euros. El visto bueno de su rival ya lo tiene. Falta ahora el de los supervisores antimonopolio.
La oferta que ahora ha diseñado ICE, uno de los mercados de futuros y derivados sobre materias primas más conocidos de EEUU, contempla un precio de 33,12 dólares por cada acción de NYSE en un pago combinado entre efectivo y acciones propias. Este importe, acordado por unanimidad en los consejos de administración de ambos gestores de mercado, supone una prima de casi el 40% sobre el cierre bursátil de ayer del neoyorquino.
En abril de 2011, la puja conjunta con el gestor del tecnológico Nasdaq llegó a ser aún mayor al punto de ofrecer hasta 42,67 dólares por cada acción del NYSE, que extiende su presencia desde Nueva York a varios parqués de esta orilla del Atlántico como París, Bruselas y Lisboa. Precisamente, la vigilancia de los supervisores antimonopolio es lo que entonces reventó la operación y después impidió la fusión del neoyorquino con Deutsche Boerse, el gestor del parqué alemán.
Ahora, dado que los negocios de ICE y NYSE son complementarios por operar en distintos segmentos del mercado, el beneplácito de las autoridades que desde Washington y Bruselas velan por mantener la competencia podría resultar más sencillo, auguran algunos analistas. Buena cuenta de ello dan los inversores de Wall Street, donde las acciones de NYSE medran un 42%, incluso por encima del precio ofertado, a la espera de que pueda mejorar, según comentan algunos gestores.
ICE centra el grueso de su negocio en la negociación sobre materias primas: cereales, metales y energía principalmente. Mientras tanto, NYSE concentra la mitad de sus operaciones en acciones. La otra mitad se reparte entre los derivados (30%) y servicios tecnológicos a clientes (20%).
Por su parte, el Nasdaq quedaría relegado de este proceso de integración de parqués en el fragmentado mercado estadounidense. Algunas voces apuntan a que el fiasco de la salida a Bolsa de Facebook podría haber jugado en su contra en este baile de operaciones corporativas del que se ha beneficiado también en más de una ocasión Bolsas y Mercados Españoles (BME), el gestor de la Bolsa española.