El fin del franquismo, la peor etapa de la historia de la Bolsa española

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El fin del franquismo, la peor etapa de la historia de la Bolsa española

El mercado bajista que desde el inicio de la actual crisis económica en EEUU golpea la Bolsa española parece no tener fondo. Sin embargo, éste aún no es su peor periodo. La incertidumbre que generó el final del franquismo y la transición democrática supusieron un recorte del 72,4% en cinco años para el Índice General de la Bolsa de Madrid, el más pronunciado de su centenaria historia.

Desde noviembre de 2007 -cuando el Índice General de la Bolsa de Madrid (IGBM) tocó sus máximos históricos por encima de los 1.700 puntos- hasta el cierre del pasado viernes, el indicador más antiguo de la renta variable española acumulaba una caída del 61,3%, aún muy lejos de la registrada en los años que marcaron el final de Francisco Franco y la entrada de España en democracia. Tampoco crisis recientes como la que siguió a los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington o la que provocó la invasión de Kuwait por parte de Irak en la Primera Guerra del Golfo son capaces de hacer sombra a aquellos inciertos años.

El desplome del peor quinquenio de la Bolsa española comenzó en abril de 1974, cuando el IGBM marcó sus por entonces máximos históricos gracias a una primera consolidación de la Bolsa como fuente de capital para las compañías nacionales y la industrialización del país. Entonces, la Revolución de los Claveles en el vecino Portugal que acabó por derrocar a la dictadura de António de Oliveira Salazar comenzó a hacer dudar a los españoles de la continuidad del régimen franquista. Ese sería el inicio de una prolongada sangría en el parqué de la madrileña Plaza de la Lealtad, siempre según datos ofrecidos por Bolsas y Mercados Españoles.

A partir de ese momento, los hechos históricos se sucedieron:?la muerte de Franco, la proclamación de Juan Carlos I como rey, las primeras elecciones democráticas desde 1936, la creación de cortes constituyentes, la aprobación de la Constitución y por fin las primeras elecciones legislativas con la victoria por mayoría simple de la UCD de Adolfo Suárez. Sólo entonces, a partir de noviembre de 1979, una vez que parecía que la democracia se consolidaba en España -a pesar de intentos golpistas posteriores como el de Antonio Tejero- el mercado volvió a la senda alcista que había abandonado cinco años antes.

Precisamente en estos momentos, según datos recopilados por BME, se concentran todos los periodos más bajistas del parqué madrileño. Las ventas, en el sentido más tradicional de la palabra, ya que hasta el mismo año 1974 no se introducen cambios en el sistema de liquidación de operaciones todavía muy lejanas al actual modelo de anotación en cuenta, marcaron a fuego este tiempo en el que la Bolsa española también hubo de capear las consecuencias de la crisis del petróleo, la pérdida del Sáhara Occidental y la quiebra de los acuerdos monetarios de Bretton Woods, que con la ruptura del patrón fijo oro-divisas supuso una brusca caída de la inversión internacional en los países occidentales.

Con este telón de fondo, es fácil comprender por qué el trienio 1975-1978 es, hasta hoy, el peor de la Bolsa española tomando como referencia el IGBM, que cayó un 55,07%;?del mismo modo que la década que comprende los años que van entre 1972 y 1982 también fue la peor de la centenaria historia de la renta variable nacional. En esos diez años, el índice madrileño que una década después dio paso al Ibex 35 como referente de la Bolsa española cayó un 58,20%. En espacios de tiempo más reducidos, también el peor bienio del parqué nacional lo encontramos en este periodo: de 1975 a 1976, el IGBM perdió un 52,21% de su terreno.

Los años cercanos a la Transición, incluso sin tomar máximos y mínimos anuales, como se ha hecho para el periodo 1975-1979, siguen marcando más récords bajistas. Este lustro es el peor a todas luces de la Bolsa española, al haber perdido un 62,28% de su valor en términos netos interanuales. Del mismo modo, el periodo que va entre septiembre de 1976 y el mismo mes del año siguiente sigue siendo, a pesar de los ‘méritos’ logrados por el parqué en los últimos años, el peor ejercicio de la historia del IGBM al haberle supuesto un desplome del 42,18%.

Frente a estas cifras, a la actual crisis bursátil le quedan todavía 1.112 puntos básicos para alcanzar el descalabro de los años que marcaron el cambio de régimen político en España. Por el momento, ésta ya dura tanto como la de entonces con la salvedad de que ha tenido un periodo de más tranquilidad que llegó con el rescate de la banca estadounidense y la reactivación de unas economías mundiales que ahora vuelven a estar en recesión.

No obstante, el más joven índice Ibex 35 sí que ha pulverizado todos sus récord de contracción. Desde máximos de noviembre de 2007, el actual referente del parqué español ha perdido un 59,4% de su valor. Una cifra que superar con holgura las caídas provocadas por el pinchazo de la burbuja tecnológica, los atentados terroristas del 11 de septiembre, los escándalos de Enron en EEUU, el ‘corralito’ argentino y el ‘crash’ de 1987 de Wall Street. Queda por ver si su hermano mayor, el IGBM, le sigue en esta sucesión de deshonrosos hitos bajistas o si el fin del franquismo permanecerá como el lustro más rojo del parqué madrileño.

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