La constructora Leighton, filial de la española ACS, ha cerrado la sesión bursátil de este jueves en Australia con un desplome del 6,7%. Tras permanecer dos días suspendida de cotización, su vuelta a los parqués tras rebajar por enésima vez sus previsiones de beneficios para este año ha provocado una avalancha vendedora en Sídney.
El nuevo ‘profit warning’ lanzado ayer por Leighton llegó a provocarle desplomes de más del 9% en algunos compases de la sesión de hoy en la Bolsa de la capital financiera australiana. Si bien los analistas esperaban que la reducción de previsiones llegase antes o después debido a la mala marcha de alguno de los proyectos de la cotizada, el recorte ha ido más allá de lo previsto en las quinielas más agoreras.
Ahora, Leighton prevé ganar un máximo de 450 millones de dólares australianos (unos 350,5 millones de euros), cuando hace un mes esperaba, como mínimo, cerrar 2012 con un beneficio neto de 600 millone de dólares (467,5 millones de euros). Un tijeretazo que va mucho más allá de lo que había predicho el consenso de los analistas, que esperaba una reducción de objetivos de unos 50 millones de dólares.
Con este movimiento, la filial australiana de ACS ha revisado a la baja sus estimaciones para el presente ejercicio dos veces en un periodo de tiempo de poco más de un mes. Su participación en una planta de desalinización de agua en Victoria y en una autopista al aeropuerto de Brisbane no están siendo tan rentables como se esperaba y, junto a otras apuestas del grupo -calificadas como de riesgo por algunos expertos analistas- están tras estos constantes recortes.
A consecuencia de estos recortes, la española ACS ha abierto hoy la sesión como una de las más bajistas de todo el Ibex 35, con descensos que llegaban a superar el 1,6% frente a un mercado que se aferraba a las ganancias a primera hora. El golpe, sin embargo, ha sido más fuerte en Hochtief, que se dejaba a media sesión un 2% en Fráncfort.
La constructora alemana es realmente el eslabón que une a la española con la maltrecha compañía de nuestras antípodas. La firma presidida por Florentino Pérez controla un 53,6% de Hochtief y ésta, a su vez, es accionista mayoritaria de Leighton, de cuyo capital social posee un 55%.
Las malas decisiones de inversión de su participada, que ha cambiado de consejero delegado tres veces en el espacio de años años ha llevado a la alemana a reducir sus propias previsiones. Hochtief se ha visto obligada a trasladar a su propio balance las pérdidas estimadas por Leighton con lo que su beneficio estimado para este año cae de los 288 millones de euros calculados inicialmente hasta los 180 millones.
Los expertos esperan que este efecto dominó termine por forzar también a ACS, que recientemente anunció un dividendo en acciones para evitar rascarse el bolsillo, a revisar sus propias estimaciones para este 2012. En lo que va de año, la de Florentino Pérez ha caído un 16% en Bolsa y su filial australiana ha tenido que hacer frente a una multa del regulador bursátil local de unos 233.000 euros por no informar adecuadamente al mercado de sus arriesgados movimientos.