El temor a la reacción de Irán por el embargo de importaciones de la Unión Europea y la ola de frío que se mantiene sobre algunas regiones del Viejo Continente han devuelto la cotización del barril de petróleo de tipo Brent a los 117 dólares, una cota que no se veía desde el pasado mes de agosto. La promesa de Arabia Saudí de aumentar su producción si fuese necesario no ha sido suficiente para calmar a los operadores.
Los miedos a que la creciente demanda de crudo a raíz de la ola de frío se tope con una escasez de oferta si Irán cumple con sus amenazas de prohibir exportaciones a los estados de la Unión Europea ha devuelto al ‘oro negro’ a cotas que no veía desde hace meses. El de tipo Brent se ha anotado alzas de más de medio punto, mientras que el americano de tipo Texas se ha llegado a encarecer un 1,9% a lo largo de la sesión de este martes, hasta rebasar los 99 dólares por barril.
El oro, por su parte, se ha anotado también a las alzas. Casi un 1%, cada onza del preciado metal se negociaba en el mercado neoyorquino de materias primas a 1.741 dólares. Al cierre de esta edición, la plata se mantenía más estable, en el entorno de los 33,8 dólares.
Frente a este escenario, los parqués del Viejo Continente se aproximaban al cierre de la sesión casi en plano con respecto a su cierre de ayer. Con un ojo puesto en Grecia, los inversores apostaban ligeramente por las ventas, con lo que los principales índices bursátiles apenas perdían unas pocas décimas.
A contracorriente se ha movido una sesión más el parqué heleno. El índice de referencia de Atenas se apuntaba alzas de más del 3% al cierre de su sesión animado porque un acuerdo entre los partidos políticos que conforman el Gobierno de coalición alcancen un acuerdo que ayer muchos tildaban de imposible.
La renta fija, sin embargo, no ha sido reflejo de esta posibilidad y los diferenciales de los periféricos han aumentado ligeramente. Las dudas que sigue generando la negociación en Grecia, así como las necesidades de provisiones presentadas hoy por los bancos españoles para cumplir con las nuevas exigencias del Gobierno han disparado la rentabilidad de los bonos a diez años hasta el 5,10%. A consecuencia de este repunte, el diferencial con los alemanes (1,89%) se ha disparado a los 321 enteros.
En las divisas, el euro conseguía remontar casi un 1% frente al dólar estadounidense, con el que se apuntaba un cambio de 1,32 billetes verdes. Cada uno de éstos, a su vez, se pagaba con 76,85 yenes. La libra, por su parte, también repuntaba hasta obtener un cruce de 1,59 dólares al cierre de esta edición.