La Bolsa estadounidense volvió a caer en la última semana del año, poniendo fin a una racha positiva que duraba ya dos semanas, ante la preocupación que causa al mercado la crisis de la deuda soberana europea. Con el descenso, el S&P 500 cerró el año prácticamente sin cambios.
El indicador neoyorquino perdió 0,04 puntos durante el conjunto del año, hasta colocarse en 1.257,76 enteros, el cambio anual más pequeño desde 1947.
Uno de los mayores lastres de la renta variable estadounidense volvió a ser el sector financiero, con un descenso de un 1,3% durante la semana, porcentaje que se eleva al 18% para el conjunto del año, lo que convierte a la banca en el peor grupo del S&P 500 debido en gran parte al desplome de un 58% de Bank of America.
No obstante, el valor más castigado del S&P 500 fue First Solar, con una caída de un 74%, seguida de la compañía de materias primas Alpha Natural Resources,que se dejó en el año un 66%.
Frente a la ligera caída del S&P 500, el Dow Jones cerró el año pasado con una ganancia de un 5,5%, a pesar de que en la última semana cedió un 0,6%.
Hoy, todos los mercados estadounidenses permanecían cerrados por el festivo de Año Nuevo.