Los líderes de la UE vuelven a hacer el ‘trabajo sucio’ de los especuladores financieros

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Los líderes de la UE vuelven a hacer el ‘trabajo sucio’ de los especuladores financieros

Los especuladores han podido más que los líderes políticos de la Unión Europea a la hora de marcar el ritmo a los mercados del Viejo Continente. Las cifras que arroja el cierre de la semana inmediatamente posterior a la reunión clave del Eurogrupo ponen en entredicho la efectividad de las propuestas presentadas para calmar a unos inversores que, apoyados en la cuádruple hora bruja del viernes, han mantenido los vaivenes intradía en los parqués europeos.

El paneuropeo EuroStoxx 50, que agrupa a algunas de las 50 compañías cotizadas más representativas de la Eurozona, ha cerrado la semana con un descenso acumulado del 5,86%, lo que supone un registro de 137 puntos menos que en la apertura del lunes. Cifras que, en principio contradicen la bondad de los acuerdos alcanzados en Bruselas el pasado día 9 y anunciados a bombo y platillo por los dirigentes políticos de Europa.

Sin embargo, los peros de varios bancos de inversión al plan de los 26 (Reino Unido decidió quedarse al margen), las amenazas a la ‘triple A’ de algunos países centroeuropeos y la poca actividad del Banco Central Europeo, según el juicio de algunos expertos, han vuelto a dar munición a las operaciones a corto plazo responsables de la volatilidad que ha marcado la semana.

Precisamente unos de los valores más vapuleados en el EuroStoxx 50 han sido los bancos franceses. Las amenazas de S&P a la máxima calificación crediticia del país vecino ha provocado un desplome del 17,69% en Société Générale y del 14,58% en BNP Paribas al cierre de la semana. Un camino bajista en el que no han faltado breves repuntes con los que hacer caja y al que las alzas del día 9 en que se celebraba la Cumbre Europea no parecían apuntar.

Algunas fuentes vinculadas al sector financiero galo han explicado a EL BOLETÍN que las presiones que sufren los grandes bancos del país buscan socavar la confianza inversora en uno de los abanderados de la región del euro. Un interés que se justifica en la rentabilidad que ofrece la volatilidad del mercado a los inversores de perfil más especulativo al negociar sobre productos derivados que, contratados a tiempo gracias a máquinas automáticas, otorgan ganancias tanto en los momentos de mercado alcista como en los episodios bajistas.

Esta semana también ha sido movida para el euro. El viernes pasado, con la Cumbre como telón de fondo, la divisa comunitaria cotizaba a 1,33 dólares. Siete días después, solo alcanza los 1,30 dólares, es decir, acumula una depreciación semanal del 2,36%. Esto a pesar de haberse repuesto levemente desde el 1,2950 que tocó la madrugada del miércoles 14 de diciembre, cuando igualó mínimos del año alcanzados en enero.

Según un informe de Renta 4 para el 2012, los expertos de esta casa inversora esperan que la moneda común siga depreciándose hasta un cambio de 1,20 dólares durante los primeros meses del año que viene, tanto si empeoran las condiciones de la zona del euro como si mejoran debido a una “ampliación de balance del BCE”, debido al estancamiento económico al que se enfila esta orilla del Atlántico.

La volatilidad de la moneda común se ha encargado de marcar el ritmo a un mercado de materias primas en donde también han dominado las caídas. El pronóstico de algunos analistas apuntaba a la salida de este mercado de unos inversores más confiados a raíz de la Cumbre Europea, sin embargo, las dudas han persistido y el verdadero motor de estos descensos ha sido finalmente el mal comportamiento del euro frente al dólar estadounidense, moneda con la que se negocian estas ‘commodities’.

Este cambio de rumbo en la negociación de las materias primas, sobre cuyos precios se negocian multitud de productos derivados como garantías de futuros y fondos cotizados (ETF), también alcanzó sus peores registros el miércoles 14 de diciembre, en línea con el euro y los parqués del Viejo Continente, tras haberse mostrado planas tras la celebración de la Cumbre.

El analista de MG Valores Nicolás López ha comentado con este diario que tras la reunión del Eurogrupo, tan solo las primas de riesgo de algunas economías periféricas -las libres por el momento de amenazas de recortes de ‘rating’- se han visto beneficiadas. Por el contrario, señala López, la renta variable y otros mercados se han comportado de forma cambiante pero siempre dentro de un rango. Al alza tras los anuncios de nuevas medidas y a la baja con cualquier dato que apuntase hacia una cada vez más probable recesión temporal en Europa.

Ante este escenario, la onza de plata, tradicionalmente más volátil que la de oro, llegó a negociarse por solo 28,5 dólares. La pérdida de soporte del euro hizo saltar las máquinas que controlan la negociación intradía de estos productos para dejar al oro un 3,39% más barato y a los barriles de petróleo Texas y Brent con descensos del 4,88% y 4,39% respectivamente.

A pesar de los rebotes del viernes, la materia prima más golpeada por las apuestas bajistas al término de la semana seguía siendo la plata, que acumulaba un abaratamiento del 7,54% al haber pasado de negociarse a más de 32 dólares por onza a hacerlo por menos de 29,80. El oro tampoco ha sido capaz de hacerse valer como refugio y, contrariamente a las previsiones de los analistas más críticos con el resultado de la Cumbre Europea consultados por este diario, se ha dejado un 6,87% en la última semana: de los 1.716 dólares, al filo de los 1.600 por onza.

El petróleo tampoco ha escapado de esta tendencia bajista, alejado ya de los temores a una posible escasez de suministro a causa de las revueltas de los países árabes. El barril de Brent se ha depreciado un 4,36% en las últimas sesiones. Un porcentaje que el neoyorquino de Texas, más sensible a las negativas perspectivas de crecimiento económico que pueblan las últimas previsiones publicadas para el próximo año, amplía hasta el 5,75%. Frente a una cotización de 108,98 dólares por barril de Brent al cierre de la semana pasada, este viernes se quedaba en los 102,59 ‘billetes verdes’.

En definitiva, una semana bajista en las que las palabras de los líderes europeos encabezados por Angela Merkel y Nicolas Sarkozy han servido de poco para calmar la volatilidad de unos mercados dominados por el temor inversor y las posiciones especulativas. En el EuroStoxx 50 tan solo un valor ha logrado cerrar la semana con alzas, la farmacéutica gala Sanofi-Aventis (+0,38) que ha corrido mejor suerte que sus compatriotas del sector bancario.

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