Tras el respiro de ayer, las ventas han vuelto a dominar las negociaciones en el amanecer de Wall Street. El parqué neoyorquino se ha contagiado una sesión más de la incertidumbre que golpea los mercados de renta variable. Después del toque de campana, los índices de referencia han ahondado en pérdidas similares a las que se anotaban los principales selectivos europeos.
En el ámbito macro, la referencia más esperada del día han sido las solicitudes semanales de ayuda al desempleo, que han ascendido hasta las 400.000. Una cifra que ha mejorado la previsión de los analistas en 6.000 peticiones menos. Sin embargo, las cifras de la semana pasada han sido revisadas al alza, por lo que el dato se ha vuelto agridulce para los inversores.
En el terreno corporativo, la atención de la jornada se ha dirigido hacia Kraft Foods. La compañía de alimentación ha anunciado la intención de dividir en dos sus actuales negocios. El plan pasa por crear nuevas firmas que aglutinen por un lado a sus marcas de aperitivos, por otro, el resto de productos de alimentación y bebidas. Además, unos beneficios por encima de lo esperado han permitido a Kraft elevar sus perspectivas para 2011, razón por la que parecía ganarse el favor de los inversores para con su propuesta en los primeros compases de negociación.
Zipcar ha sido otra de las compañías en la parte de los avances. Las cotizada repuntaba más de un 4% después de haber registrado unas pérdidas trimestrales de 17 centavos de dólar por acción, menos de lo esperado por los expertos, cuyas predicciones hablaban de 23 centavos.
En la otra parte de la gráfica se han colocado hoy los títulos de Dendreon. La farmacéutica ha anunciado que retrasa su plan de implantación para Provenge, su medicamento para tratar el cáncer de próstata, lo que le ha traído unas pérdidas del 64%. Además, las pérdidas hasta junio en Dendreon alcanzaron los 114,6 millones de dólares. Una cifra menor que la de 2010 pero que no parece que el plan de reducción de costes trazado por la compañía vaya a reducir de forma rápida.
En las materias primas, el oro ha seguido al alza con nuevos máximos históricos. La onza del preciado metal cotizaba en la apertura neoyorquina a 1.679 dólares, lo que supone un 0,72% más que ayer. En el petróleo se mantienen los retrocesos. El barril de Texas perdía un 0,51% tras el toque de campana para marcar un precio de 91,45 por cada barril
