El índice tokiota ha mantenido su racha alcista gracias al optimismo que ha generado la publicación de previsiones positivas para la producción industrial de Japón en abril y mayo. También la Reserva Federal estadounidense (FED) ha contribuido a ello tras anunciar que mantendrá su política expansiva, así como los tipos de interés de referencia en mínimos históricos (entre 0 y 0,25%).
El Nikkei se anotaba un 1,63% al cierre, lo que le dejaba con 9.849,74 puntos. Se trata de la cota más alta registrada desde el desastre del pasado 11 de marzo, cuando un terremoto y un tsunami asolaron el país y provocaron numerosos problemas en la central nuclear de Fukushima.
Por su parte, el Hang Seng se colocaba en el lado de las pérdidas, y acababa con 23.805,60 puntos tras ceder un 0,36%.