Intel, el mayor fabricante de microprocesadores del mundo, ha anunciado que pagará a Nvidia 1.500 millones de dólares en los próximos cinco años para resolver la disputa de licencias que mantenían. El acuerdo al que han llegado ambas compañías, que estaban enfrentadas desde 2009, permitirá a Intel usar algunas de las patentes tecnológicas de Nvidia, cuyo negocio se centra en la fabricación de chips gráficos, muy presentes en los teléfonos móviles y que ahora quiere implantar en los ordenadores personales.
Las acciones de Nvidia se dispararon un 4% después de que el pacto entre las firmas tecnológicas se hiciese público. Ambas empresas comenzaron la batalla legal en 2009, cuando Intel demandó a Nvidia por utilizar sus productos, y alegó que el acuerdo que habían firmado en 2004, que permitía a Nvidia fabricar chips para Intel, no abarcaba los microprocesadores fabricados posteriormente por el demandante. Nvidia respondió con otra demanda a Intel por incumplir los términos del contrato que habían firmado, cuyos términos se han cerrado con el acuerdo firmado ayer.
Los microprocesadores de Intel se encuentran en el 80% de los ordenadores personales del mundo, lo que explica la necesidad de Nvidia de hacer compatible su tecnología con la de este gigante estadounidense.
