La Oficina de Presidencia de Nicolas Sarkozy ha pedido hoy mismo al servicio de inteligencia galo (DCRI, por sus siglas en francés) que investigue el supuesto espionaje sobre el desarrollo de vehículos eléctricos dentro de la casa insignia del automovilismo en el país vecino. La oficina justifica esta medida por el alto coste que el proceso de investigación ha supuesto para la compañía que ya ha invertido 4.000 millones de euros en el proceso junto a su socio nipón Nissan. Además, Renault ha movilizado a 1.700 ingenieros dentro de su plantilla para el desarrollo de esta tecnología con el fin de lanzar al mercado sus primeros vehículos eléctricos para 2012.
El diario francés ‘Le Figaro’ ha sido quien ha destapado la supuesta trama de espionaje para firmas chinas y apunta a los nombres de Jean-Michel Balthazard, miembro del Comité de Dirección y responsable de la división de proyectos de Renault, y a Matthieu Tenenbaum, adjunto del director del proyecto de vehículos eléctricos. Ambos, según informa el rotativo, venían siendo investigados por el grupo francés desde hace tiempo y el pasado lunes fueron apartados de sus responsabilidades por el Comité de Ética de la firma.
Los rumores que apuntan a China vienen motivados porque Pekín y varias empresas del sector en el gigante asiático han mostrado su interés por los coches ecológicos dentro del desarrollo de la industria automovilística del país, ya que el delito a los que apunta ‘Le Figaro’ es la venta de patentes todavía no registradas por Renault a terceros. El proyecto de vehículos eléctricos ha generado ya 56 patentes para el grupo galo y espera registrar en breve otras 34, mientras que 115 más están siendo analizadas en estos momentos. Estas cifras dan idea de la magnitud del proyecto sobre el que se cierne la sombra del espionaje y que mantiene al alza los títulos de Renault en una sesión ‘en rojo’ para París.