El temporal que ha sufrido en los últimos días el Noreste de EEUU, sumado a la época de vacaciones navideñas ha supuesto una drástica caída en la negociación de Wall Street. La primera plaza bursátil del mundo ha visto como durante los primeros días de la semana la contratación de acciones ha caído más de un 60% respecto al día 23, última jornada del parqué antes del puente de Navidad.
La Bolsa de Nueva York vivió el lunes una jornada de reducidos movimientos a causa del fuerte temporal de frío y nieve polar que ha azotado el noreste de EEUU. En la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE) el volumen de contratación fue inferior a los 2.000 millones de acciones, cuando la media diaria de este año ha rondado los 4.800 millones de títulos, lo que supone una caída del 58,4%.
Si ya se preveía que la jornada fuera tranquila en el parqué neoyorquino a causa de la temporada navideña, la tormenta que cubrió las calles de Nueva York de nieve impidió además a muchos ‘brokers’ acercarse hasta sus lugares de trabajo, aunque Wall Street mantuvo el horario de trabajo habitual.
Ya el jueves pasado el volumen de contrataciones había sido reducido en una jornada en la que el parqué sólo abrió media sesión, mientras que el viernes los mercados de Nueva York permanecieron cerrados por la Nochebuena.
El Dow Jones cerró ayer con un ligero descenso del 0,16%, mientras que hoy abría con un descenso del 0,02%. El S&P 500, que ayer logró subir un 0,06%, en los primeros compases de hoy sube un 0,02%.
La atonía de Wall Street no es la única muestra de la virulencia de un temporal que ha ocasionado cuantiosas pérdidas económicas. La tormenta paralizó el transporte en toda la costa este de EEUU, y ocasionó pérdidas de aproximadamente 100 millones de dólares, según los expertos, que apuntan que las compañías aéreas serán las más afectadas. De hecho, sólo el día de ayer lunes fueron cancelados al menos 7.000 vuelos, aunque los aeropuertos comenzaron a reanudar sus actividades según avanzaba la tarde.
A las pérdidas de las compañías aéreas se deben sumar además los gastos relacionados con la alimentación e instalación de los pasajeros mientras el temporal de nieve les mantenga en tierra. Según el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, el mundo de los negocios en la ciudad de Nueva York también se vio afectado por la nevada, puesto que muchas tiendas permanecieron cerradas.