La quiebra de Rayet hunde a Quabit en Bolsa

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La quiebra de Rayet hunde a Quabit en Bolsa

La inmobiliaria Quabit sigue sin levantar cabeza en el parqué madrileño. Este lunes, los títulos de la compañía llegaban a caer un 4,8% a sumarse al brusco desplome del 8,7% que ya se apuntó el viernes su gráfica consecuencia de la entrada en concurso de acreedores de su principal accionista, el Grupo Rayet, vinculado también al lastrado negocio del ladrillo.

A las dificultades de la propia Quabit por hacer frente a su abultada deuda y encontrar algo de negocio en el complicado y árido mercado inmobiliario, Quabit sufre ahora el golpe del concurso de acreedores su socio de referencia. El Grupo Rayet, presidido Félix Abánades y dueño de un 42,5% de la cotizada, ha sido incapaz de hacer frente a sus problemas de liquidez y, tras el concurso voluntario de dos de sus filiales, la matriz ha llegado también al borde del abismo.

Algunos inversores tiemblan ya, según comentan algunos gestores de carteras, con la posibilidad de que Rayet tire de su participación en Quabit para ganar liquidez y poder saldar algunas de sus acuciantes deudas. Temor que, en cualquier caso, no es infundado, puesto que en los últimos meses, la inmobiliaria ha reducido del 44,8% inicial al 42,5% actual su peso en la cotizada en una estrategia por dotar del necesario dinero contante y sonante para hacer frente a sus compromisos financieros.

El pasivo de Rayet, según comunicó el pasado viernes la compañía a los supervisores del mercado, asciende hoy por hoy a 593 millones de euros que sus acreedores se han negado, por el momento a renegociar. Ahora, con el concurso voluntario, la ‘ladrillera’ dispone de cuatro meses para salvarse de la quiebra que provocaría el impago de los 302 millones que tiene pendientes con varias entidades financieras y 291 millones con proveedores y otros no financieros.

Lo curioso del caso es que, la causante de esta situación es la firma Vallcab, que exige de Rayet el pago de un préstamo de 80 millones de euros. Este crédito obraba en manos, originariamente, de Enrique Bañuelos, exfundador de Quabit cuando se llamaba Astroc y aún accionista de referencia de la cotizada a través de la sociedad Kavaal Real Estate. Después se lo traspasó al empresario Miguel Valldecabres, dueño de la compañía que ahora ha puesto a Rayet entre la espada y la pared.

Aunque Quabit cerró en enero la refinanciación de su deuda, por 1.400 millones de euros, los problemas de su socio más insigne golpean su atractivo inversor y su valor en Bolsa. De poco ha servido que la compañía anunciase recientemente que “esto no va a afectar de forma efectiva al negocio de Quabit más allá de posibles oscilaciones en Bolsa”. Unas oscilaciones que, unidas al duro ejercicio que este 2012 está suponiendo para las inmobiliarias en el parqué, se han saldado ya con un descenso bursátil del 50% desde enero.

Este lunes, el volumen de negocio en Quabit alcanza los 6 millones de títulos, por encima de su media anual aunque a una amplia distancia de los 21 millones de acciones que cambiaron de manos el pasado viernes en que se daba a conocer el concurso de Rayet. En las ventas, los gestores más activos eran Renta 4, Interdin Bolsa y el Santander, mientras que las compras las comandaban hoy CaixaBank, Banco Popular y BBVA.

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