La CNMV ha suspendido la cotización de Indo antes de la apertura de la sesión. Lo ha hecho después de que la compañía presentara ayer concurso voluntario de acreedores (la antigua suspensión de pagos) al no poder hacer frente a sus obligaciones y tras tres años en pérdidas.
El grupo asegura que su decisión responde a la difícil situación de la empresa y al retraso a la hora de materializar las desinversiones de activos no estratégicos previstos en su plan de negocio. Esto provocó, según las empresa, la imposibilidad de obtener la financiación necesaria para evitar la insolvencia.
La multinacional catalana de material óptico llevaba meses en la cuerda floja después de haber presentado unas pérdidas de 10 millones de euros tan sólo en el primer trimestre del año, una cifra que más que duplicaba la anterior. Indo facturó 23 millones de euros en el primer trimestre del año, un 6,5% menos respecto a igual período de 2009. La compañía, fundada por las familias Cottet, Colomer y Garrigosa, atribuyó los resultados a la caída de la venta de gafas en España, así como en los mercados europeos.
Indo pretende ahora “mantener la actividad de la compañía” tras la presentación del concurso de acreedores, y reconvertir el plan de negocio en un plan de viabilidad.
Los títulos de Indo cerraron ayer en Bolsa a 0,605 euros por acción, tras subir un 0,83%. Desde que comenzó el año ha perdido un 52,3% de su capitalización bursátil, que se sitúa en 13,467 millones de euros.
