El MAB se consolida como una buena alternativa de financiación para las empresas, y al mismo tiempo una oportunidad de diversificación para los inversores, que entrando en este mercado se ven favorecidos por diversas medidas fiscales.
Así, la Comunidad de Madrid acaba de anunciar ayudas fiscales, que se unen a las implementadas por otras autonomías, para la inversión de particulares en el Mercado Alternativo Bursátil. Los contribuyentes que inviertan en el MAB podrán deducirse hasta el 20% de la aportación realizada en el IRPF, con un límite de deducción de 10.000 euros anuales (equivalente a una inversión máxima de 50.000 euros) y siempre que la compra de acciones tenga una permanencia mínima de dos años.
Al mismo tiempo, Al cotizar en el MAB, las empresas disponen de una acceso al capital para el desarrollo de nuevos proyectos empresariales, obtienen una valoración objetiva de la compañía, pueden ampliar la base accionarial y tienen un nuevo mecanismo para favorecer la liquidez de las acciones. El desarrollo del MAB debe facilitar beneficios adicionales para las empresas de pequeña capitalización, introduciendo mayor disciplina en su gestión y un enriquecimiento de su cultura corporativa, una mayor transparencia y notoriedad.
