La falta de avances en su plan para la integración con Alza Residencial y otras inmobiliarias sigue frenando la entrada de dinero inversor en la compañía.
Una jornada más, Urbas alcanza la media sesión negociadora en la parte más alta de la tabla de revalorizaciones del Mercado Continuo. La inmobiliaria suma un 8,33% a una gráfica que en las últimas sesiones ha sido incapaz de aguantar la remontada hasta el cierre, acumulando ya dos sesiones consecutivas en plano.
Estos movimientos en falso para su gráfica de precios, no así para los inversores intradía que acostumbran a poblar el valor, se vienen repitiendo con asiduidad desde que Urbas anunció su macroproyecto en Cuba. En contra de lo habitualmente previsible, desde que el pasado miércoles la cotizada anunció su intención de desembarcar con fuerza en la mayor de las Antillas, la compañía ha cerrado tres días en plano y uno con caídas de más del 14%.
Los planes del grupo inmobiliario pasan por la participación de su filial Urbas Cienfuegos en el desarrollo del Caribbean Resort & Golf. Una sociedad que mantiene vigente un acuerdo de intenciones con la sociedad de capital cubano Cubagolf para la ejecución de un proyecto que contempla incluso la construcción en la península de Rancho Luna-Pasacaballos de un nuevo puerto deportivo, seis campos de golf, seis hoteles de cinco estrellas, tres apartahoteles, 1.500 villas y 3.000 apartamentos.
El mercado parece dudar del buen término del proyecto. En este sentido, hace mella la ausencia de novedades en torno a la integración con Alza Residencial anunciada el mes de junio del año pasado. Entonces, se presentó la operación como clave para devolver a Urbas la fuerza de que gozó antes del estallido de la burbuja inmobiliaria. Ahora, la cotizada ha explicado que su objetivo es hacerse con un 30% del capital social de la firma promotora radicada en Cuba.
De aguantar hasta el cierre los 0,013 euros por acción que su gráfica alcanza este martes, la compañía se aseguraría por el momento una remontada del 30% desde que comenzó el año. Sin embargo, el bajo precio unitario de sus títulos la deja a merced de las carteras de inversión de perfil especulativo que con escaso volumen de negociación y efectivo logran vapulear su cotización con grandes cambios en términos porcentuales.