El barril Texas sigue ahondando en su declive por debajo de los 40 dólares. El mercado de acciones de Arabia Saudí ha sido el más castigado. El desplome del petróleo en los mercados de materias primas sigue marcando mínimos. El temor a que la previsible ralentización económica de China y el frenazo su industria hagan mella en la demanda global de crudo ha vuelto a golpear su cotización con fuerza. Un castigo que ha llegado también a las Bolsas de los países exportadores del Golfo.
La Bolsa de Arabia Saudí ha sido una de las más castigadas. A los inversores no se les ha pasado por alto que el país abandera la estrategia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) por mantener la extracción de crudo con el objetivo de frenar el avance del fracking en países como EEUU. La caída de precios cada vez más profunda hace cada vez más difícil el que pueda seguir imponiendo sus tesis al resto de socios del cártel petrolero.
En el marco de este discurso está el desplome del 6,86% con que este lunes ha cerrado sesión el Tadawul All Share, índice de referencia del parqué saudita. Con este descenso, se han marcado nuevos mínimos de los últimos seis meses en una senda alcista que se extiende a lo largo de las últimas semanas, en especial desde que China dio síntomas de debilidad con su decisión de devaluar el yuan durante tres jornadas consecutivas.
Las cotizadas más castigadas han sido la aseguradora Anb Insurance (-10%), la inversora industrial Saudi Industrial Development (-9,98%) y Tourism Enterprise (-9,97%), que tocó mínimos de los últimos tres años. Tan solo una compañía de las 166 que se negocian en la plaza árabe logró escapar de los números rojos.
Los descensos se han extendido al resto de países del área del Golfo Pérsico. El índice de referencia del Dubai Financial Market de Emiratos Árabes Unidos ha sufrido una contracción del 6,96%. Más moderadas aunque también abultadas han sido las caídas de los selectivos de renta variable de Kuwait y Omán, que se han dejado un 2,36% y un 2,94% respectivamente, según informan agencias financieras internacionales.
El barril de crudo tipo Brent, de referencia en Europa, ha llegado a ceder más de un 7% en los mercados de materias primas hasta marcar un mínimo de 42,24 dólares por cada barril. Este vertical declive pone en apuros también a Noruega, cuya saneada economía se fundamenta en buena medida en el precio que obtiene para las reservas petrolíferas de sus mares. Mientras tanto, el Texas de referencia en EEUU ha llegado a venderse por tan solo 37,78 dólares, ahondando aun más en su peligroso camino por debajo de los 40 dólares por barril que pone en serios apuros la pervivencia del modelo que había permitido al país situarse entre los grandes productores mundiales de ‘oro negro’.