Las petroleras se preparan para salir de compras en plena volatilidad del crudo

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Las petroleras se preparan para salir de compras en plena volatilidad del crudo

Extracción de petróleo

Un estudio entre altos directivos del sector a escala mundial revela una firme apuesta por la internacionalización y más atención a la viabilidad de las explotaciones. El mapa de la industria petrolera podría estar muy cerca de quedar irreconocible. Más de la mitad de las compañías del sector están decididas a cerrar la compra de alguna o varias de sus rivales antes de que acabe el año. Se avecina un aluvión de movimientos corporativos mientras el precio del crudo sigue preso de la más brusca volatilidad.

La cotización del petróleo sigue bamboleándose al ritmo de los titulares que llegan desde Oriente Medio. La última novedad que ha vapuleado los precios de la materia prima ha sido el acuerdo nuclear con Irán que presagia un mayor protagonismo del país islámico como exportador. Unas incertidumbres que, lejos de llevar a la parálisis a la industria parece haber supuesto un impulso para la formulación de operaciones corporativas.

En este sentido más de la mitad de los empresarios del sector prevén comprar una tercera empresa antes de que acabe el año. Siempre según datos del Barómetro de Confianza en la Industria del Petróleo y el Gas publicado por la consultora EY, un 56% de los 112 altos directivos encuestados se mostró confiado de poder conseguir este objetivo. Es más, un 54% afirmó estar en disposición de cerrar más compras que en el ejercicio pasado y un 52% apuntó hacia al menos dos operaciones.

Los analistas sitúan en la operación entre Shell y BG Group a comienzos del segundo trimestre del año el punto de partida de esta tendencia. En los últimos meses se ha anunciado también la compra de la canadiense Talisman por la española Repsol. Indicadores que han llevado a un 43% de los directivos del sector a augurar que en los próximos meses la actividad de fusiones y compras crecerá notoriamente tras un arranque de año de escasos movimientos.

Aunque las operaciones podrían ser en su mayoría de pequeño calado al no sobrepasar en el 72% de los casos los 250 millones de dólares, un 4% apunta hacia operaciones que impliquen el desembolso de más de 1.000 millones de dólares, según la encuesta de EY. Además, la internacionalización parece ser la piedra angular de esta tendencia, pues solo un 16% reconoce que las operaciones tendrían lugar dentro de su mercado doméstico, mientras que el resto apunta más allá de sus fronteras nacionales.

Sí existe un factor en el que el desplome y volatilidad del petróleo parece haber afectado a la industria. El socio del área de petróleo y gas de la consultora EY, Basilio Gómez, destaca que ante esta “incertidumbre” las operaciones corporativas en el sector “se hacen cada vez más selectivas” pues se debe considerar la inviabilidad financiera de ciertas explotaciones al considerar un barril a 85-90 dólares a medio plazo.

En esta misma línea de discurso se entiende que la apuesta por el crecimiento de los últimos años haya pasado ahora hacia una política de optimización de cartera que a veces pasa por desinversiones o reestructuraciones. Es así que el estudio recoge que sólo el 22% de los ejecutivos de petróleo y gas encuestados se centra en el crecimiento, frente al 39% del ejercicio precedente o el abultado 61% del año 2013. Sus antídotos para la volatilidad del crudo son reducción de dividendos y de recompra de acciones en el 38% de los casos, aderezado con “adquisiciones oportunistas” en un porcentaje casi idéntico.

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