El tono de ganancias se torna en rojo en la media sesión de la Bolsa neoyorquina. Wall Street ha entrado en agosto muy pendiente de lo que ocurre con el pago de la deuda soberana argentina y, sobre todo, preocupada por un mercado laboral que sigue sin dar la señal definitiva de recuperación. A pesar de la bondad relativa de las cifras publicadas este viernes, el escepticismo se instalaba en la Bolsa neoyorquina hasta que los índices manufactureros han dado cuenta de un inesperado repunte de actividad. Ha sido un ‘espejismo’, a media sesión los principales indicadores caen estrepitosamente en el parqué de Wall Street.
Así, el industrial Dow Jones cae un 0,48% hasta los 16.481 puntos básicos. Algo más grande ha sido la bajada del índice Nasdaq, que llega a los 4.339 puntos tras cae un 0,70%. S&P 500 no se libra de esta bajada y cae un 0,45% hasta los 1.922 enteros.
En territorio de cifras macro, la más relevante ha sido la de creación de empleo y tasa de paro del mes de julio. En la mayor economía del mundo se han logrado crear 209.000 nuevos puestos de trabajo durante el mes pasado. Una cifra que, a pesar de consolidar una racha de seis meses de creación de empleo insólita desde el año 1997, no ha sido capaz de repetir el tono del pasado junio ni confirmar las previsiones de los analistas.
Más allá de las fronteras estadounidenses, pero estrechamente vinculada a su economía siguen los analistas e inversores la evolución del plan de pagos de deuda de Argentina. El país austral ha decidido pagar a sus acreedores en las condiciones pactadas y desoír las reclamaciones de los fondos estadounidenses, en lo que las agencias de calificación se han apresurado en calificar como impago selectivo. La tensión generada por las políticas de Cristina F. de Kirchner impulsan las órdenes de venta.
Por el panorama corporativo, una operación de fusión capta buena parte de la atención de los inversores y gestores. Scientific Games y Bally Technologies estarían a punto de unirse para crear una gigante del juego, apuestas y otros contenidos sociales digitales multiplataforma. Ante el anuncio de una operación valorada en unos 5.100 millones de dólares, incluida la refinanciación de los 1.800 millones de deuda de Bally las cotizaciones de ambas compañías se disparan un 3,40% y un 29,52% respectivamente.
La ya gigante que también consigue entusiasmar al mercado es Procter & Gamble. La compañía se apunta alzas del 4,3% en la media sesión en la Bolsa de Nueva York gracias a unas cuentas que han cumplido, e incluso superado, las previsiones de los analistas. Una mayor profundización en el recorte de costes y la mejora de las ventas comparables han espoleado la toma de posiciones sobre una firma que ha cerrado junio con un beneficio de 2.580 millones de dólares.
Como buena hotelera, Starwood Hotels & Resorts apunta a hacer el agosto ya desde el primer día del mes. El incremento del 12% en sus ganancias trimestrales, que incluyen los primeros compases del verano, han conseguido cumplir con las proyecciones más optimistas y las acciones del grupo celebran con alzas del 2,82% gracias a unos analistas que comienzan a descontar una sólida temporada estival para la compañía. La dueña de marcas como Westin, Sheraton y W Hotels ha incrementado su previsión para el conjunto del año en dos centavos por cada uno de sus títulos.
Del lado de las pérdidas se decanta Live Nation Entertainment, que llega a perder algo más de un 6% de su valor en Wall Street en la mitad de la negociación. La menor asistencia de público a los grandes conciertos que comercializa la compañía se ha traducido en una drástica huida de inversores que toman distancias frente a un beneficio que ha encogido un 60% frente a igual altura del ejercicio pasado.
En el mercado de materias primas, la búsqueda de refugio inversor tras los datos agridulces del panorama laboral, el oro remonta posiciones. Después de haber tocado mínimos de seis semanas, la onza del preciado metal cotiza este viernes un 0,95% al alza hasta los 1.295 dólares. Caso contrario ocurre con el petróleo, que se desinfla un 0,89% hasta los 97,29 dólares el barril de tipo Texas.
