La confirmación de que José Antonio Griñán abandonará la presidencia de la Junta ha desatado una oleada de rumores sobre lo que hará el socialista en septiembre.
Según elconfidencialdigital.com la estrategia de Griñán “es solicitar ser designado senador del PSOE por Andalucía a través del Parlamento regional. De esa manera, continuaría siendo aforado y evitaría la imputación por los ERE”.
Según este medio online, “el todavía dirigente autonómico tiene pensada una hoja de ruta que no pasa por mantenerse como diputado ‘raso’ en el Parlamento regional, un cargo que ningún ex presidente andaluz ha ostentado una vez abandonada la Junta”.
El objetivo de Griñán, explican altos dirigentes del PSOE andaluz, es convertirse en senador por Andalucía en septiembre, a través de una designación automática por parte de la Cámara autonómica.
Recuerda este medio que esa posibilidad está recogida en la Ley de Régimen Electoral General, que permite a los parlamentos autonómicos designar senadores fuera de la lista electoral en función del censo de la región, así como cambiar a esos senadores elegidos a lo largo de la legislatura.
Según dicho digital una de las razones de peso que tiene José Antonio Griñán para solicitar ser designado senador es que, de esta manera, no perdería su condición de “aforado”, que ahora ostenta como presidente de la Junta de Andalucía.
Y deja caer que “al pasar a ser un representante de la Cortes nacionales, su imputación por el caso de los ERE se complica, ya que si la jueza Alaya le convierte en imputado, la instrucción de la causa se derivaría a un organismo judicial a nivel estatal, como la Audiencia Nacional, y la magistrada perdería el caso”.
Además le han contado a elconfidencialdigital.com que “Griñán también tiene ‘motivos personales de peso’ para abandonar la Junta de Andalucía y preparar su llegada al Senado”.
Dirigentes del PSOE andaluz afirman que el aún presidente autonómico ya acude con asiduidad a Madrid a ver a sus hermanas, que se están tratando en la capital de las enfermedades que padecen.
Y concluye que con su llegada a la Cámara Alta, Griñán podría tener aún más contacto con sus familiares y estar más cerca de ellas en los “momentos difíciles” que ahora están viviendo.