La nueva jefa del PP, Arantxa Quiroga, vasco fue muy clara y con Rajoy de cuerpo presente explicó que el ‘caso Bárcenas’ le resultaba vomitivo. Poco más o menos. Tras hacerlo recibió un ‘aplauso generalizado’ de los militantes populares. Poco tiempo antes, al entonces vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, unas palabras similares le costaron un año de suspensión de militancia.
Lo curioso es que en la época en la que Cobo fue represaliado, el entonces brazo derecho de Alberto Ruiz Gallardón tenía enfrente a una rival de excepción, la lideresa del PP madrileño: Esperanza Aguirre. Ahora, Aguirre, sin embargo, se ha sumado con entusiasmo a la ‘ola Quiroga’. Por fortuna, esta vez no ha recordado aquello que dijo una vez: que ella era la que había destapado la trama Gürtel.