El día de ayer, 10 de junio, fue para la dirección nacional del PP un día para olvidar. Génova presenció cómo antes de que llegase la hora de comer se le abrieron dos frentes inesperados: por un lado, el pago del alquiler de la casa que ocupa en Madrid Esteban González Pons; por otro, el préstamo a Pío García Escudero. Problemas ante los que la explicación de Carlos Floriano dejó mucho que desear.
Una vez más, el PP ha sumado un nuevo ‘lunes negro’ a su larga lista de días aciagos para el partido. Jornada nefasta para los populares de la que gran parte de culpa tuvieron algunos de sus protagonistas. Y es que, las declaraciones del presidente del Senado respecto a que desconocía que debía de declarar a Haciendo el crédito de 24.000 concedido por el PP desataron tal revuelo que protagonizó la tradicional rueda de prensa del partido de los lunes.
En este caso no salió María Dolores de Cospedal, sino Carlos Floriano, y su intentó de sofocar este incendio no logró el éxito esperado. Su tesis basada en que si lo hubiera declarado, García Escudero habría pagado menos impuestos ha sido tildada por observadores políticos como “ridícula” y no ha hecho más que aumentar el debate.
Por si esto fuera poco para Génova, el presidente del Senado ha reconocido que no tiene justificante de este préstamo de cuatro millones de las antiguas pesetas, lo que hace que algunos mal pensantes de la región se hayan preguntado si no estaremos ante un nuevo caso de sobresueldos en el PP.
El día de ayer se oscurecía aún más para los populares después de que eldiario.es desvelase que el partido paga el alquiler del piso donde vive González Pons a una empresa vinculada con el ‘caso Gürtel’. Un pago que asume Génova que asciende a 1.455 euros al mes que choca con que el diputado cobra las dietas por alojamiento 1.823 euros mensuales. Sin olvidar la mencionada relación con la trama de Francisco Correa que ha desatado nuevas sombras sobre el PP.
