La exprimer ministra Margaret Thatcher, fallecida ayer tras sufrir un derrame cerebral, ha centrado las tertulias radiofónicas de la mañana. Su figura despierta amores y odios en igual proporción, como han dejado claro los tertulianos de unas y otras emisoras. Mientras Antonio Gutiérrez opinó en la SER que su política fue “involucionista” y “dinamitó los valores sociales”, Francisco Marhuenda en la COPE la calificó de “mujer excepcional” y reconoció que en el terreno económico “no puedo estar más de acuerdo con ella”.
José María O’Kean, en la Cadena SER, recordó que llegó al poder en un momento de crisis económica y comenzó a aplicar políticas basadas en menos intervención del Estado y más liberalismo. “Estas teorías al final ajustaron la economía e hicieron que comenzase el crecimiento”.
Para Joaquín Estefanía “las ideas que pusieron en práctica Thatcher, Reagan y Juan Pablo II, son las que nos han llevado a esta situación. La idea de que el Estado es el problema y el mercado la solución es la que nos ha llevado a una crisis en la que el Estado es débil y no puede regular la economía”.
Gutiérrez hizo hincapié en que “esta señora amparó y difundió dictaduras como la de Pinochet”. Estefanía añadió a este comentario que “había una simpatía entre ellos, para empezar porque el dictador prestó su ayuda en la cuestión de las Malvinas, pero también es una simpatía ideológica en cuanto que el modelo económico que adoptó Pinochet en la dictadura fue el más liberal del mundo”.
Fernando Garea, en RNE calificó esta postura de “cara B”: “Fue el principal apoyo del dictador y asesino Pinochet en el Reino Unido cuando le estaba buscando la justicia y ella escribió a su favor, le visitó y se hizo fotos con él para respaldarle, lo cual es bastante contradictorio con una persona que tenía como frontispicio de su política siempre la palabra libertad y sin embargo”.
En la COPE, Marhuenda destacó que “le rompe las piernas al sindicalismo decimonónico que había marcado el siglo XX británico y esa actuación llevará a un nuevo laborismo y a una transformación de la sociedad británica”. En el terreno económico “estoy con ella y su adelgazamiento de la administración pública”. Victoria Lafora se mostró en desacuerdo y señaló que era una mujer de luces (las Islas Malvinas) y sombras (individualismo feroz, privatización). “Junto con Reagan llegó a un extremo del liberalismo que aún se está pagando, aunque fue una mujer brillante”.
Por su parte, Luis del Val consideró que ganó por lo mal que lo hicieron los otros y subrayó el adelgazamiento de la administración pública. “Tuvo que salvar muchos obstáculos, pues además era de clase media y la llamaban la hija del tendero”, añadió.