El Papa tomó su decisión de renunciar tras su viaje a Cuba y este hecho ha dado lugar a un montón de especulaciones, habida cuenta de que la dimisión del Santo Padre ha coincidido con la devolución a la Iglesia por parte del Gobierno de Raúl Castro de propiedades que le habían sido confiscadas en los años 60. Por ello, estos días ha empezado a circular un rumor en la mayor del Caribe que, sin bien no tiene ninguna base, demuestra el cariño de los cubanos por el Sumo Pontífice: la posibilidad de que Benedicto XVI, ya convertido de nuevo en el cardenal Ratzinger, acabe sus días en tierras cubanas.
Las voces que no ven descabellado el ‘retiro cubano’ de Benedicto XVI recuerdan, para apoyar su ‘peregrina tesis’, que el arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega, indicó unos días antes de que el Papa visitara Cuba, entre el 26 al 28 de marzo del año pasado, que el objetivo de esta visita era “revivir una fe un poco dormida, un poco borrada». «Él quiere venir como peregrino», apuntó el cardenal, al tiempo que afirmó que esta visita forma parte del esfuerzo del Papa para revivir la fe católica en países que necesitan una recristianización». Por lo que no encuentran mejor manera para recristianizar la isla que el ‘peregrino’ se quede a vivir entre los creyentes cubanos.
Sea como fuere, lo cierto es que el Papa fue recibido por una multitud en Santigo de Cuba, que asistió a la misa, en honor a la Virgen del Cobre y que los últimos años se ha abierto una nueva etapa de distensión en las relaciones entre la Iglesia Católica y el Estado cubano, marcadas durante la revolución castrista por las crisis, los desencuentros, los altibajos y las tensiones.
De acuerdo con datos del Arzobispado de La Habana, un 60% de la población cubana (11,242 millones de habitantes) se considera católica en referencia a la cifra de personas bautizadas, hay unos 650 templos, 340 sacerdotes y unas 600 religiosas.
La construcción de nuevos templos es una de las reivindicaciones que la Iglesia católica insiste en recuperar en Cuba para realizar su misión social, tal y como recuerda infocatolica.com. Desde hace algún tiempo han aumentado los contactos entre la Iglesia y el Gobierno, las procesiones públicas y varios templos han sido devueltos. Recientemente, el Arzobispado de Santiago de Cuba recuperó algunos locales situados en los bajos de la Catedral de esa ciudad.
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