El pacto entre CiU y ERC ha vuelto a centrar la atención de las tertulias radiofónicas de la mañana. En la Cadena SER, Lluís Bassets atribuía al ministro de Educación, José Ignacio Wert, parte del mérito del “esfuerzo a que se han visto obligados CiU y ERC para ponerse de acuerdo”. Asimismo, recordó que el Gobierno está llevando a cabo una campaña de descalificación de la familia Pujol y de Artur Mas en base a un documento “que no se sabe de dónde ha salido exactamente”.
Anton Losada señaló en la misma emisora que” a todo el mundo le parece normal que CiU pacte con el PP con quien le une la variante ideológica, pero le parece raro que pacte con ERC con quien le une el nacionalismo”. En este sentido, indicó que si uno ve lo que votaron los catalanes, apostaron por la coalición. “Ésta suma 1.700.000 votos, y si se añaden los votos que apostaron por la celebración de un referéndum, pasamos de los 2 millones. A otra gente fuera de Cataluña no le gusta, pero es así”.
Para Ignacio del Río, es un pacto inestable y “producirá muchos efectos negativos, para los ciudadanos catalanes y españoles”. “Cuando las contradicciones suben tanto como en este caso, hace que la realidad se convierta en un imposible metafísico para gobernar. ¿Está Mas garantizando la gobernanza en Cataluña o ha cogido la dirección contraria?”, se preguntó.
En la COPE también se analizó este asunto. José Antich opinó que aunque se diga que el referéndum es legal, “el tiempo en su ejecución y la forma de hacerlo, hace dudar de su legalidad”. En la misma línea, Esther Palomera señaló que hay que preguntarse si el Gobierno central está listo para lo que se le viene encima. “No deben hablar de lo que van a hacer, tienen que hacerlo”, advirtió.
Por su parte, Francisco Vázquez aseguró que “hay que estar a la altura de la responsabilidad que se ostenta”. “El nacionalismo catalán puede tomar dos caminos: obligar al Gobierno a tomar medidas mediante el victimismo o el pacto fiscal”, añadió. Eso sí, advirtió que “lo que es pan para hoy y hambre para mañana”.