“Su agenda oficial no se interrumpe ni el día de su cumpleaños”. Así de elogioso comienza Europa Press el artículo en el que informa que el Príncipe de Asturias celebra hoy su 44 ‘eneros’ visitando la isla de El Hierro, acompañado de su esposa la Princesa Letizia. Y se me ocurre que a pesar de que la agencia de comunicación quiera colocar a Su Alteza, como un ejemplo de laboriosidad, que yo no digo que no lo sea, ya quisieran muchos españoles celebrar esa efemérides viajando a las Islas Canarias, que para eso se les llama afortunadas, con la ‘parienta, y que, encima, les cuente como jornada laboral.
Porque a mi me parece una suerte inmensa abandonar Madrid con la ola de frío que nos está cayendo y que encima un grupos de científicos te muestre las zonas más afectadas por el volcán submarino y te explique las causas de la erupción, que esto de la vulcanología es algo que interesa mucho a la gente y no sólo a los que les gustan los documentales de la 2. Además, al Príncipe le van hacer un regalo, un grupo de escolares que le entregará un cuento con sus vivencias sobre la erupción.
Por todas estas cosas -a lo que habría que añadir que la principesca pareja pudo disfrutar en privado del cumpleaños con una cenita mexicana este fin de semana- pienso que Don Felipe puede considerarse un privilegiado y no hacer caso a quienes, como diariovasco.com se empeñan en amargarle el día.
Y es que recuerda este rotativo que “el Príncipe Felipe celebra su aniversario en uno de los momentos más difíciles para la Corona Española por el escándalo de Urdangarin” y señala que “ni él ni sus más allegados están para muchas celebraciones, debido a la sombra de desconfianza que se ha cernido sobre la Corona”. Ya es mala leche sacar estas cosas en una jornada como hoy. No estoy por la labor y sólo digo: ¡Felicidades!