Mujeres que no quieren pedir perdón por existir

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Mujeres que no quieren pedir perdón por existir

Las mujeres no lo tenemos fácil. Ser la costilla de Adán no nos ha reportado muchas ventajas que se diga, y especialmente las féminas lo tenemos ‘crudo’ en algunos lugares del mundo ya que siempre llevamos la peor parte cuando se interpreta de manera radical cualquier religión.

Y no lo digo por decir, sino después de echar mi ojeada a los diarios. Leo en El País que el Gobierno de Irán ha desterrado a una actriz por el simple hecho de haber posado desnuda de cintura para arriba en una foto publicada en la revista Figaro Madame que después colgó en su facebook “maniobra que no ha gustado nada a las autoridades religiosas iraníes”, según informa el rotativo. Golshifteh Farahani, que así se llama la artista en cuestión, ya se había marchado de su país “para instalarse en París y escapar así al control constante de la censura”, pero resulta que ahora le han comunicado que no puede regresar si así lo quisiera porque desde el Gobierno le han dejado claro que que “ Irán no necesita a actores o artistas, que puedo ofrecer mis servicios artísticos en otro lugar”, que es una forma como otra cualquiera de decirle que se vaya con sus películas a otra parte. ¡Y eso que se cubre los senos con las manos, que si posa a pecho descubierto!

Otra noticia sobre la situación femenina y su rebelión nos llega de Israel y también puede leerse en el diario de Prisa, que titula: “Las mujeres israelíes se rebelan”. Informa que las mujeres están hartas de que los ultraortodoxos radicales, que cada vez tienen más poder, quieran limitar su presencia en el espacio público pretendan controlar su forma de vestir, el lugar de la calle por donde caminan, si cantan o bailan en lugares públicos o bodas e incluso decidir dónde se sientan en un autobús. Varias organizaciones ya han organizado protestas como bailes colectivos en la calle. Muy bien. Así, dando el cante. Que es una forma alegre y pacífica de protestar.

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