Hoy tocaba hablar de Mariano Rajoy -investido ayer presidente con 187 votos a favor, la abstención de PNV y Amaiur y el voto en contra de CiU- que es de lo que más hablan los diarios, pero para no cansar al personal y para entretener la espera hasta que el nuevo jefe del Ejecutivo desvele quiénes serán sus ministros, que es lo que estamos esperando todos, para que nos vamos a engañar, se me ocurre comentar otro asunto que ha dado mucho que hablar: Las ‘salidas de pata de banco’ de Cayetano Martínez de Irujo en una entrevista que le hizo ‘El Follonero’ en La Sexta.
El aristócrata la lió al criticar a los jornaleros en particular y a los andaluces en general, y se soltó la melena diciendo que si a el le dieran una espada… solucionaría así los pleitos en lugar de acudir a los tribunales. Y claro, la gente del campo se enfadó con el conde de Salvatierra y su mami, la Duquesa de Alba, anda desde entonces haciendo méritos para que perdonen a su vástago. Por ejemplo, cuentan El País y Abc que Cayetana que presentó ayer su autobiografía en los Reales Alcázares de Sevilla se deshizo en elogios hacia Sevilla y proclamó a diestra y siniestra su amor por Andalucía.
Pero como del cariño no se come, Cayetano ha hecho algo mejor: se ha comprometido con los representantes del Sindicato Andaluz de Trabajadores, que entraron por las bravas en una de sus fincas, y a los que el jinete recibió ayer, a financiar con fondos de la Casa de Alba un centro de formación para empleados agrícolas y a pedir disculpas por sus declaraciones en ‘Salvados’ de que los andaluces no quieren trabajar. Dice este Grande de España que ahora ya ha sabe más del PER, pero a mí me parece que es otra la lección que ha aprendido este excelentísimo señor. Los tiempos cambian. Afortunadamente.