La campaña llega poco a poco a su fin y los diarios queman sus últimos cartuchos, algunos más a las claras que otros. Por ejemplo, El Mundo no se anda con sutilezas y pide directamente el voto “útil, exigente y crítico” en favor de Rajoy, porque “estamos ante las elecciones más importantes de la historia de nuestra democracia”, aunque Pedrojota da también otra opción alternativa: Rosa Díez, ya que considera positivo que UpyD logre un grupo parlamentario para “poder vigilar” que el PP cumpla sus compromisos. Rosa Díez, la vigilante magenta. Suena bien.
El País, por su parte, se lo monta en plan más disimulado, ya que no pide la papeleta para Rubalcaba pero, así como quien no quiere la cosa, titula la entrevista a Rajoy por los aspectos que asustarán más a la ciudadanía: se va a cargar la Ley de Dependencia y va a hacer recortes “en todo, salvo en pensiones”. Pero la cosa no se queda ahí. Carlos E. Cué, hace notar que el “miedo a los recortes del PP” es el “último recurso contra la mayoría absoluta” y Fernando Garea apunta que aunque “los datos económicos pésimos siguen haciéndole la campaña a Rajoy”, al mismo tiempo le llenan de nubarrones su inmediato futuro como probable nuevo presidente”.
Caso aparte es la hiel que destila la sección “El Acento” en El País que, aprovechando que hay cigarrillos que se apagan solos para evitar incendios, propone otros “cortafuegos”: “en cuanto un candidato a la presidencia repita por tercera vez ‘haremos lo que hay que hacer’, un resorte lo desactiva y lo envía al baúl de los recuerdos (con Aznar y Acebes)”; sin embargo cree que no hay remedio para los tertulianos de Intereconomía ya que “el consenso psiquiátrico es que el mal solo puede ser tratado en un congreso mundial de exorcistas o por una intervención directa de Goldman Sachs”.