El PP dio ayer un avance de su programa, que parece un programa distinto según el diario que se lea. Por ejemplo, si echamos un vistazo a El País no nos quedaremos lo que se dice precisamente tranquilos ya que según el rotativo de Prisa “Rajoy apuesta por bajar impuesto al capital y por salarios más bajos” y todo ello “sin entrar en detalles” que cuando lo haga… nos vamos a enterar, parece insinuar el periódico progresista
Público va en la misma línea al asegurar que Rajoy quiere bajar los impuestos a los ricos y alerta que el líder del Partido Popular ha admitido a The Washington Post que no le “gustaría” reducir derechos en Educación y Sanidad. Y eso que dice sólo ha enseñado medio programa, que cuando lo conozcamos entero…
La prensa conservadora, obviamente, ve las cosas de diferente color: rosa. Abc dice que es un “decálogo para levantar España” y en su editorial califica la oferta política del partido de la gaviota de “campaña para sentar las bases para salir de la crisis y recuperar el tiempo perdido», aunque el de Vocento reconoce, eso sí, que hay “materias que requieren de mayor concreción”.
La Razón, sin embargo no le encuentra pega alguna: es un programa para gobernar con un objetivo: “recuperar España».
El Mundo se centra exclusivamente en la política antiterrorista del PP y aplaude los dos puntos que quiere reformar del Código Penal: “que el castigo pueda ser superior a 40 años de reclusión efectiva si quien ha cometido el delito no se arrepiente; y la elevación de la doctrina Parto a rango de ley, lo que alargaría la estancia en la cárcel de terroristas que ahora salen con poco más de 20 años cumplidos”, aclara Pedrojota.
Por lo demás, el de Unidad Editorial dedica hoy su portada con una información de Casimiro García-Abadillo con la que pretende ponerle la ‘puntilla’ al titular de Fomento. Dice El Mundo que el empresario Dorribo “pagó 200.000 euros al primo de Blanco a escasos metros del coche del ministro” en la misma gasolinera y como “la narración de estos hechos pone los pelos de punta a cualquier persona con un mínimo de sensibilidad moral, ya que recuerda los episodios de la serie Los Soprano o alguna película de los hermanos Coen en las que se mezclan lo esperpéntico con lo mafioso”, pues Pedrojota exige que Pepino Blanco dimita como ministro y no vaya en las listas del PSOE a las generales, para cumplir con sus responsabilidades políticas.
Yo me quedo sin palabras y, de momento, lo único que se me ocurre hasta que haya una decisión judicial es que un primo político, que es el `parentesco’ que une al tal Manuel Braun, con Blanco, ni es familiar, ni es nada, incluso puede que ni amigo… aunque a la hora de meterte en líos…