Si una cosa ha quedado clara hoy en Onda Cero es que Esperanza Aguirre le ha hecho un flaco favor a Mariano Rajoy con sus recortes en Educación y poniendo a los maestros en pie de guerra a sólo dos meses de las elecciones generales y Carlos Herrera se preguntaba veladamente si la dirigente del PP no lo habrá hecho a propósito.
Y es que aunque los tertulianos de la emisora de Planeta no se ponían de acuerdo a la hora de decidir si la huelga de profesores es una maniobra política y electoralista de la izquierda sí lo estaban con Herrera cuando afirmó que “la capacidad antológica de Esperanza Aguirre para meterse en todos lo charcos es proverbial, antológica”, por lo que como señaló José María Calleja “ Rajoy está aplaudiendo con las orejas” ya que esto le viene “fenomenal, está feliz”, por la “inoportunidad” de abrir ahora este debate como reconocía Ángel Expósito.
En la SER, también destacaron el berenjenal en el que ha metido al presidente del PP Aguirre. Ignacio del Río destacó que Rajoy, en confianza, no está satisfecho con lo que pasa en la Educación en Madrid. Hizo notar que hasta ahora la enseñanza pública ha convivido pacíficamente con la privada y la concertada, para después asegurar que en el seno del PP no existe un debate sobre la revisión del modelo educativo.
También en la cadena de Prisa, Irene Lozano culpa de la situación al “talante” de Aguirre, ya que en ningún momento ha querido dialogar para evitar el conflicto y cree que estamos ante un problema nacional porque lo que más necesita España ante la crisis es mejorar la Educación.
En el mismo sentido, se pronunció Carles Francino para quien la protesta de los profesores no es sólo un conflicto laboral, sino que va más allá. Ya que el director de Hoy por hoy cree que se trata de un problema nacional en el que debemos saber qué quieren hacer los diferentes partidos políticos con la educación pública.
A micro cerrado
Carlos Cué dijo sobre el ‘caso Faisán’ que le llama la atención que “siempre buscamos el malo de la película”, y ahora es Gómez Bermúdez, juez muy reconocido desde el 11-M. Y se extrañó de que se le critique por ampliar la toma de decisión, por hacer que sean 14 los jueces que decidan si hubo o no colaboración con ETA.