Las protestas del movimiento de los ‘indignados’ frente a las Cortes de Valencia -donde ocupaban sus escaños en las filas del PP diez imputados por corrupción- y el hecho de que la valoración de los políticos se encuentre en su mínimo histórico, han centrado los debates mañaneros, aunque en la SER han preferido hablar de otro ‘cabreo’ el que tienen los tertulianos por el hecho de que IU vaya a permitir gobernar al PP en muchos ayuntamientos.
Román Orozco destacó en la emisora de Prisa que “de IU se puede esperar de todo” y ha recordado que Julio Anguita pactó con Javier Arenas la presidencia del Parlamento andaluz, por lo que ha instado a la coalición a tener mucho cuidado con quién pacta. Mariola Urrea se ha preguntado si IU es una formación fiable cuando primero dice que ni por activa ni por pasiva dejarán que el PP gobierne y al final parece que sí, mientras que José Ignacio Wert se limitó que hay poco margen de actuación para los “pactos de perdedores, de todos contra uno que no suelen acabar bien”.
Volviendo a los indignados y al CIS en Onda Cero, Javier Caraballo destacó que el deterioro de la clase política no es exclusivamente español sino que se extiende a gran parte de Europa, donde se la ve “como una casta privilegiada que tiene muchos derechos y enfangada en la corrupción” lo que es un caldo de cultivo para que puedan arraigar movimientos populistas que no interesan a nadie”. Casimiro García-Abadillo cree que se está magnificando el movimiento, aunque recoja una queja arraigada en la sociedad, e hizo notar que sus reivindicaciones económicas superan 10.000 veces a IU por la izquierda y que como programa político no aguanta el mínimo análisis