Al leer la portada de El Mundo de hoy tuve un sobresalto, ya que por unos minutos creí se había producido un bucle en el tiempo y habíamos retrocedido diez años, habida cuenta de que Pedrojota Ramírez abría primera con el GAL y una información titulada “El PSOE pagó 35 millones a Amedo para que cambiara su declaración”. Pero después lo entendí y el pulso me volvió a la normalidad, ya que un poco más abajo había unas declaraciones de Tomás Gómez en el que se decía sentirse “orgulloso de Felipe y de nuestro pasado”. Y es que resulta que a Pedrojota le han bastado estas palabras del secretario general de las socialistas madrileñas reivindicando el legado de Felipe González para dejar de apoyarle en la pugna que mantiene con Trinidad Jiménez. El director de El Mundo ya no ‘ajunta’ al líder del PSM porque “ya sabemos quién le avala: políticos condenados por secuestro y malversación sus cómplices, amigos y encubridores”, y pide que hagan los mismo los socialistas madrileños que “deberían pensárselo dos veces antes de votar a Gómez si éste no rectifica”.
Entrevista a medida a Rajoy y el editorial-piropo que La Razón dedica al secretario general del PP del que dice “ofrece la imagen del líder sólido y creíble capaz de pilotar el cambio político”.
Y es que no hay nada como que un diario amigo te saque en portada dos días antes de un paro general y se deshaga en elogios hacia tu persona, aunque sea una “huelga de caballeros”, tal y como la define José María Ridao en El País, que reconoce es la “huelga general más extraña que se ha convocado durante el periodo democrático en España”. Extraña, “porque los sindicatos no desean un éxito de tal magnitud que deje al Gobierno contra las cuerdas” y extraña “porque el Gobierno teme un fracaso que cause un daño irreversible a los sindicatos”. Y advierte que lo pueden pagar ambas partes ya que muchos ciudadanos golpeados por la crisis lo “podrían considerar como un simple juego de salón realizado a su costa”.