Ha comenzado la cuenta atrás para la huelga general y los servicios mínimos están calentando el ambiente. La postura de los sindicatos, pactando con el Gobierno central y no llegando a acuerdos con Esperanza Aguirre, por ejemplo, es analizada de forma diferente según el ‘color’ del diario que se lea.
El Mundo siembra dudas sobre la actuación del Ejecutivo, ya que le parece sospechoso que “Fomento haya sido tan dúctil a las pretensiones sindicales y haya pactado unos mínimos demasiado mínimos, cuando los gobiernos de algunas comunidades autónomas han sido mucho más exigentes para asegurar que los ciudadanos puedan trabajar” y afirma que detrás está “el juego a dos bandas del Gobierno” que le interesa no humillar a los sindicatos y a la vez vender la huelga a los mercados como “muestra de la dureza de su política fiscal”. La Razón no se anda con sutilezas y califica directamente el pacto alcanzado entre el Gobierno central y los sindicatos de “estrategia política” para atacar al PP, haciendo notar que las centrales sindicales “no han demostrado interés en consensuar nada” en las comunidades ‘populares’, mientras que la negociación es “una balsa de aceite” en las del PSOE.
El País, sin embargo, hace una lectura totalmente contraria ya que cree que son los gobiernos del PP los que “agitan la huelga con elevados servicios mínimos”, y colocan a ‘la dama de hierro’ dando el pistoletazo de salida.
Igualmente, los ánimos siguen caldeados tras el acuerdo presupuestario. La Razón abre su portada con la supuesta “letra pequeña” del mismo, que dice es que Zapatero ha prometido al PNV no reeditar el pacto con el PP en mayo. Pero no sólo la prensa conservadora encuentra ‘peros’ al acuerdo. El País, también. Pone el acento en que “los de Urkullu sostienen al Gobierno del PSOE a costa de debilitar al de Patxi López” e ironiza que la frase de Zapatero de que haría lo necesario “me cueste lo que me cueste” debería matizarse: “Me cueste lo que le cueste” (a Patxi López).
