Carlos Herrera quería comenzar la tertulia debatiendo sobre los datos que están saliendo a la luz pública de la reforma laboral que quiere aprobar el Gobierno el día 16, pero Raúl del Pozo ha hecho una ‘maniobra envolvente’ al director del programa matinal de Onda Cero y han acabado hablando del Club Bilderberg, que tiene mucho más morbo, y que se encuentra reunido desde ayer en un hotel de Sitges (Barcelona) en medio de una enorme discreción y de aparatosas medidas de seguridad. Herrera dijo en broma que no puede ser una reunión tan importante “si no nos han invitado” y aseguró que hay mucha literatura al respecto. En el mismo sentido se expresaron Nicolás Redondo -que hizo notar que el hombre tiende a buscar explicaciones de la forma más infantil- y Casimiro García-Abadillo, que también dudan de que los miembros de este selecto club tengan el inmenso poder que se les atribuye, ya que cree que no mueven ningún hilo y que son reuniones de elucubraciones y de debate, sin ninguna repercusión “aunque le queramos dar ese sentido de contubernio”.
A pesar de la interrupción, Del Pozo analizó finalmente la reforma laboral y dijo que “no se recuerdan recortes tan salvajes y drásticos como los que se anuncian” y dijo que no cree que los sindicatos sean los culpables de la crisis y son los que la van a pagar. Además, dijo que “los periodistas hemos pedido tantas veces la reforma, que piden los banqueros, que al final los asalariados no han tenido voz en este debate”.
Por su parte, en la COPE se han referido a la procesión del Corpus y los cambios impuestos por Defensa. Antonio Martín Beaumont cree que Zapatero y su entorno intentan movilizar con este tipo de medidos a la izquierda que se les aleja, algo en lo que no estuvieron de acuerdo Nacho Villa ni José María García Hoz, que creen que es un molestar por molestar, ya que lo de la participación del Ejército en la procesión sobrepasa lo religioso y forma parte de la cultura y de la costumbre porque es una tradición de siglos, por lo que consideran que lo sucedido está más cerca del empecinamiento de una ministra que quiere salirse con la suya.