Ninguno de los cuatro tertulianos que compartía esta mañana micrófono con Carlos Herrera fue ayer a la manifestación contra la reforma del sistema público de pensiones por considerarla una movilización artificial y un paripé y así se encargó de dejarlo claro, medio en broma medio en serio, el director del espacio matinal de Onda Cero, comentario que también respondió en un tono distendido Angel Expósito, quien dijo que la movilización sindical era “para marcar paquete, para decir a las bases estamos aquí” y destacó que “si montas una manifestación un martes noche con la que estaba cayendo y con los deberes de los niños… no va ni Blas”. Ya más en serio, el debate derivó en afirmaciones muy negativas para los sindicatos españoles, por su falta de libertad y el hecho de recibir subvenciones, sobre todo por parte de Amando de Miguel, que José María Fidalgo, ex secretario general de CCOO, cortó de raíz. En la COPE, las opiniones sobre la protesta tampoco mejoraron, con la excepción de Carlos Cué que cree que lo de ayer fue un aviso al Gobierno y piensa que asistió bastante gente para ser un martes por la tarde, por lo que no está de acuerdo en que haya sido un pinchazo como dicen algunos medios. En la SER las cosas mejoraron algo por la sencilla razón de que compararon la situación española con la huelga que sufre Grecia, aunque Miquel Porta Perales dijo que “la manifestación fue muy curiosa: una manifestación preventiva contra un proyecto que no existe”. Por lo que cree que lo que hacen los sindicatos es presionar y ese es el problema: “El Gobierno dice un día sí a la reforma de las pensiones y otro día no”.