Como era de esperar el desliz de Esperanza Aguirre pillada por un micrófono indiscreto reconociendo estar encantada por la “inmensa suerte de poder darle un puesto a IU (en Caja Madrid) quitándoselo al hijoputa” sigue dando que hablar en los diarios, aunque La Razón y Abc prefieran darse mus esta mañana. La ‘lideresa’ no se conforma con la que ha montado y hoy, en una entrevista a El Mundo, echa más leña al fuego al asegurar que no le parecería “normal que Cobo volviese a figurar en las listas de las municipales” y admitir las grandes diferencias ideológicas que le separan de Gallardón.
A Pedrojota, admirador declarado de la presidenta de la Comunidad, de la que dice “sigue siendo genio y figura”, le basta con que Aguirre haya pedido excusas por su expresión, y se deshace en elogios hacia la dirigente del PP porque “dice lo que piensa en función de unos principios que ella defiende con convicción” y concluye que “su falta de corrección política es de agradecer en un país donde cada día los dirigentes son más previsibles en su vacía ambigüedad”.
El País subraya que Aguirre pide disculpas “‘a los que se sientan ofendidos’ pero no ha llamado a nadie” y lo mismo que hace Ignacio Escolar en Público, el diario de Prisa no se queda en las formas sino en el fondo que se pone de manifiesto en la conversación privada: las entrañas de la guerra de Caja Madrid. El País -que precisamente ayer publicó una entrevista a Miguel Blesa en la que achaca la animosidad de Aguirre contra él a que “no entendió que fuera independiente”- desvela que “Rajoy conoció en diciembre la jugada de Aguirre contra Gallardón”, que es como se refiere a la maniobra de sustituir a uno de los dos vocales del PP en la comisión de control de Caja Madrid por un miembro de IU, y explica que Génova pidió al alcalde que cediera para evitar otra guerra interna. “En su desliz Aguirre confirmó datos que a Cobo le cuestan una sanción”, dice El País, mientras Escolar da la razón al vicealcalde “la imagen es vomitiva”.