La problemática de las guardias médicas de 24 horas vuelve a escena con fuerza. Un año después de que la ministra Mónica García se comprometiese a limitar estas jornadas a un máximo de 17 horas, la realidad no ha cambiado. Tamara Contreras, médica intensivista y cara visible del movimiento ‘No podemos más‘, regresará este jueves al Ministerio de Sanidad con más de 183.000 firmas, acompañada por cinco profesionales sanitarios más, para exigir el fin definitivo de unas jornadas que califica de «arcaicas» y «peligrosas«.
La promesa incumplida del Ministerio de Sanidad
Hace exactamente un año, la ministra de Sanidad, Mónica García, recibía en persona a Tamara Contreras, comprometiéndose públicamente a poner fin a las guardias médicas de 24 horas, limitándolas como máximo a 17 horas. «Estamos plenamente comprometidos», aseguraba García entonces, reconociendo la complejidad de la medida, ya que implica una profunda reestructuración del Sistema Nacional de Salud (SNS). Sin embargo, a día de hoy, ese compromiso sigue sin cumplirse.
«El Ministerio aseguró estar comprometido, pero no ha hecho absolutamente nada al respecto», denuncia Contreras
Fatiga extrema: pacientes y médicos en riesgo
En su campaña en Change.org, que ya supera las 183.000 firmas, Contreras describe la realidad cotidiana de muchos médicos españoles que realizan turnos de hasta 24 horas continuadas, una situación que califica como de «extrema fatiga«. Según advierte, esta forma de trabajo genera «más errores graves«, problemas de diagnóstico y una ralentización en la toma de decisiones, afectando negativamente tanto a la salud de los profesionales como a la calidad asistencial que reciben los pacientes.
«Somos más lentos tomando decisiones, cometemos errores y nuestra salud mental se deteriora gravemente», alerta la intensivista
Jornada máxima de 12 horas, una medida implantada en Europa
La petición de Contreras propone reducir las jornadas laborales médicas a un máximo de 12 horas, siguiendo el modelo adoptado en países como Reino Unido, Suiza, Países Bajos, Francia e Islandia. Contreras señala que mientras estos países ya han superado un modelo que califica de «arcaico«, España sigue estancada en prácticas laborales que no han cambiado en 50 años.
«España sigue con un modelo laboral médico obsoleto, que pone en peligro tanto a pacientes como a profesionales sanitarios», critica Contreras
Salarios dignos, sin depender de las guardias
Otro punto esencial en la reivindicación es que esta necesaria reducción de horas no implique una merma en los ingresos económicos de los profesionales. Contreras señala que actualmente las guardias suponen una parte sustancial del salario médico, lo que lleva incluso a algunos compañeros a defender este sistema.
La médica pide que el Ministerio garantice un salario digno para todos los profesionales sanitarios, independiente de las horas extraordinarias o guardias: «Debemos pedir salarios dignos sin tener que trabajar en condiciones extremas que ponen en riesgo la salud», insiste Contreras.