La movilización ha sido respaldada por los sindicatos CCOO y UGT, quienes han mostrado su apoyo explícito a las reivindicaciones. En Madrid, la manifestación comenzará a las 12:00 horas en Atocha, un punto emblemático para las movilizaciones sociales.
No es la primera vez que el Sindicato de Inquilinos organiza protestas en defensa del acceso a la vivienda. De hecho, en ocasiones anteriores, llegaron incluso a proponer una ‘huelga de alquileres’ como medida de presión ante la continua subida de las rentas.
Las organizaciones denuncian la «asfixia» económica que sufren las familias frente a los «precios desorbitados» del alquiler, beneficiando a una «minoría rentista»
Denuncia de la especulación inmobiliaria
Las movilizaciones de este sábado tienen como fin principal denunciar la «impunidad» con la que, según los convocantes, opera la patronal inmobiliaria y el modelo turístico de alquileres de temporada, que está provocando la expulsión de vecinos en ciudades turísticas.
Entre las principales demandas de los sindicatos de inquilinos destacan:
- Reducción inmediata del 50% de los alquileres.
- Establecimiento de contratos de alquiler indefinidos.
- Recuperación de viviendas vacías, turísticas y de temporada para uso social.
- Fin de la compra especulativa de vivienda.
- Desarticulación de los grupos de ‘desokupación’.
- Ampliación del parque público de vivienda.
- Disolución de la Sareb (Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria).
El sindicato reclama medidas estructurales para garantizar que la vivienda cumpla su función social y deje de ser un negocio especulativo
UGT y CCOO exigen aplicar la Ley de Vivienda
Por su parte, los sindicatos UGT y CCOO han exigido la aplicación efectiva de la Ley de Vivienda y una intervención directa en el mercado de alquiler.
Bajo el lema ‘¡Contra la especulación, defendamos el derecho a la vivienda!’, ambos sindicatos participarán activamente en las movilizaciones. En su manifiesto, subrayan que «las personas no pueden esperar más» y denuncian la «insuficiencia» de las medidas adoptadas hasta el momento por los poderes públicos.
«Sin una vivienda digna y asequible, las personas no tendrán una vida digna«, afirmaron las organizaciones sindicales, remarcando la necesidad urgente de garantizar este derecho fundamental.