Más de 4 de cada 10 personas pobres no puede refrigerar su vivienda en verano

Pobreza energética

Más de 4 de cada 10 personas pobres no puede refrigerar su vivienda en verano

La situación afecta especialmente a personas mayores o a quienes presentan mayor riesgo de pobreza o exclusión social, entre ellos menores o personas con discapacidad.

Ventilador calor verano
Imagen de un ventilador.

La primera ola de calor del verano ya está aquí. Así lo ha advertido la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que ha señalado que el termómetro no dará tregua desde este jueves. Una situación climática que conlleva riesgos para la salud de la población y que muchas familias en situación de vulnerabilidad no pueden afrontar de forma adecuada. Según la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES), más de 4 de cada 10 personas pobres no puede refrigerar su vivienda en verano.

Así lo recoge los datos sobre pobreza energética publicados en el XIV Informe ‘El Estado de la Pobreza en España’ de la citada organización, que muestra que 4,2 millones de personas en situación de pobreza no puede mantener su vivienda lo suficientemente fresca en verano. O lo que es lo mismo, el 43,1 % de la población.

La pobreza energética “se ha convertido en un problema estructural que se agrava cada año”, afirma EAPN-ES, que recuerda que “el término engloba la realidad que padecen aquellos hogares que no puede acceder a los servicios energéticos esenciales, y que es consecuencia de una situación general de pobreza y/o exclusión”.

“La pobreza energética y sus efectos derivados, así como otras dificultades relativas a la habitabilidad de los hogares pobres”, destaca, “intensifican el acceso a una vivienda adecuada como un poderoso factor de vulnerabilidad”. De acuerdo al informe de EAPN-ES, “esta problemática, junto al encarecimiento de la vida debido a las últimas crisis, han provocado en gran medida un aumento del riesgo de pobreza y/o exclusión social en nuestro país en 2023, que alcanza ya a 12,7 millones de personas, el 26,5 % de la población”.

La situación se agrava especialmente en el caso de las personas mayores, de quienes tienen una discapacidad, o de menores, si atendemos a que en nuestro país 2,3 millones de niñas, niños y adolescentes están en riesgo de pobreza.

Los hogares en situación de pobreza y exclusión social “suelen sufrir una mayor ineficiencia energética”, advierte, “debido a un déficit en el aislamiento, problemas de infravivienda e insalubridad, y uso de instalaciones y electrodomésticos poco eficientes”.

Según EAPN-ES, las y los beneficiarios del Bono Social se han incrementado desde el 16,9% de la población pobre en 2021 hasta el 22% en 2023. Sin embargo, el 78% de las personas que viven en hogares pobres no percibe esta ayuda.

Ante esto, esta organización pide prorrogar y ampliar las medidas de protección de colectivos vulnerables, para garantizar el acceso a los suministros básicos de los hogares en situación de vulnerabilidad.

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