Los registros, facilitados a dpa, muestran un ligero aumento respecto al año anterior, con 3,245 millones de afectados en 2023, frente a los 3,157 millones de 2022. En 2021, la cifra se situaba en torno a los 3,3 millones.
Otro análisis de la Oficina Federal de Estadística alemana (Destatis) muestra que dichas cifras eran significativamente más bajas en el pasado, con alrededor de 2,4 millones de personas mayores en riesgo de pobreza en 2013.
El riesgo de pobreza se define por tener unos ingresos inferiores al 60 % de la media después de recibir prestaciones sociales.
La política Sahra Wagenknecht, líder del citado partido, describió la situación como un «aumento dramático de la pobreza en la tercera edad».
Sin embargo, los cambios demográficos influyen en las cifras, ya que según registros de Destatis, el número de personas mayores de 65 años ha pasado de los 12 millones en 1991 a los 18,7 millones en 2022.
Wagenknecht, que abandonó el partido La Izquierda a principios de año, criticó las políticas de pensiones del Gobierno, al considerar que no evitan que los ciudadanos de clase media caigan en la pobreza al jubilarse.
El Gobierno alemán se ha comprometido a mantener el pago de las pensiones alineado con los niveles salariales, fijando las prestaciones mínimas actuales en el 48 % del salario medio, en una medida impulsada por los socialdemócratas y los verdes en la coalición de centro-izquierda, ahora disuelta.
Con los partidos políticos muy divididos sobre la reforma de las pensiones, es probable que los grandes cambios tengan que esperar a la formación de un nuevo gobierno, una vez celebradas las elecciones anticipadas del año que viene, probablemente el 23 de febrero.