Nike
Las últimas décadas han sido decisivas en la evolución del marketing deportivo hasta conformar una de las herramientas más importantes para la promoción de atletas, equipos y competiciones. El foco de esta disciplina está en aprovechar la pasión que genera el deporte en la comunidad de aficionados y potenciarlo mediante el diseño de estrategias con el fin de incrementar la visibilidad de un conjunto de jugadores o un deportista en particular y, si es posible, darle forma hasta convertirlos en leyendas.
De este modo, el marketing deportivo emerge como una subcategoría dentro del marketing tradicional que intenta asociar la imagen de una empresa a un determinado atleta o equipo. Un buen ejemplo es la histórica asociación de Michael Jordan con Nike en la década de los 80 con el nacimiento de “Air Jordan” y el desarrollo de toda una línea de productos vinculados a la figura del histórico jugador de la NBA.
En esta misma línea y, mucho más recientemente, hace tan solo unos meses que Adidas presentó al mundo las “Belligold”, unas botas estampadas con el logo exclusivo de Jude Bellingham. El joven astro del Real Madrid ha iluminado las ilusiones de todos los madridistas en particular y de los amantes del fútbol en general por su impecable trayectoria y ascenso meteórico en el club blanco. Tal y como han señalado desde la propia compañía alemana, la intención es crear un impacto cultural que trascienda en el tiempo.
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La historia del marketing deportivo está repleta de ironías y datos curiosos. Y, precisamente, el creador de Adidas protagonizó una de las más interesantes. Adolf Dassler empezó su andadura profesional con su hermano en una sola empresa que fue bautizada como “Fábrica de zapatos de los hermanos Dassler” en 1924, pero, tras una serie de desavenencias internas, terminaron por seguir cada uno su propio camino. Adolf “Adi” creó Adidas, y Rudolf Dassler, por su parte, fundó Puma.
El primero consiguió destacar y obtuvo fama desde su creación hasta el día de hoy, pero Rudolf, por su parte, se enfrentó a la bancarrota en un par de ocasiones. Sin embargo, una de las piedras angulares básicas del marketing es saber adaptarse a las mareas cambiantes del tiempo. Así se hizo. La empresa alemana roló su estrategia hacia los nuevos aires de cambio en la sociedad y adaptó su marca al estilo de vida urbana y no solo al deporte de competición en exclusiva. La estrategia fue un éxito rotundo replicada por otros gigantes como Nike y la propia Adidas y, a día de hoy, Puma está consolidada como un imperio deportivo.
Si algo está claro en la historia del marketing es que el deporte es un poderoso filón debido a la pasión que genera en las masas. Pero no solo el marketing se ha dado cuenta del potencial de este campo. Otros terrenos, como el de las apuestas, también ha sabido implementar la rentabilidad del deporte desde las históricas carreras de caballos y demás competiciones en las casas de apuestas tradicionales y, sobre todo, con el impulso que han conseguido con la llegada de Internet.
La era digital ha catapultado las apuestas deportivas a otro nivel gracias a la posibilidad de seguir eventos en directo y hacer apuestas en tiempo real. De este modo, en la actualidad han emergido numerosas plataformas online que pugnan por reclamar la atención de los apostadores echando mano de numerosas estrategias de marketing, como las apuestas gratuitas o las promociones por registro.
Sin embargo, antes de empezar en uno de estos sitios, es importante llevar a cabo un filtro para optar por aquellas webs que ofrezcan los servicios más interesantes. Para ello, los usuarios pueden confiar en la objetividad y rigor de páginas especializadas que se encargan de analizar los diferentes bonos de las casas de apuestas y clasificarlos en rankings en función de los mejores resultados ofrecidos y las condiciones más sencillas de cumplir.
Así, los usuarios pueden participar de la adrenalina y la pasión por el deporte apostando por sus jugadores preferidos arriesgando al mínimo sus fondos y aprovechando la rentabilidad de los bonos más atractivos. Queda patente, pues, la fuerza todopoderosa del marketing deportivo, tanto en el área de las apuestas, como en en el resto del mundo empresarial.
En toda campaña de marketing que aspire al éxito, es necesario implementar diversos ingredientes que, mezclados y cocinados de la manera correcta, pueden concebir el nacimiento de una leyenda deportiva y el éxito de la marca asociada a ella.
De hecho, las leyendas deportivas van mucho más allá de los logros en el terreno de juego. Se trata de combinar adecuadamente carisma, talento y estrategias de marketing efectivas que consigan alojar al jugador en la eternidad del Olimpo deportivo.
Cada deportista tiene una identidad única que incluye su estilo de juego, valores y personalidad dentro y fuera del terreno profesional. El marketing debe ser capaz de impulsar esa identidad y construir una narrativa basada en la individualidad del estilo propio, de manera que se convierta en única y reconocible. Un ejemplo es la celebración icónica de Usain Bolt, que además de estar asociado a la velocidad, se convirtió en su sello identitario. Unos valores robustos, como los que enmarca Rafael Nadal dentro y fuera del terreno de juego, también son esenciales en el modelaje de una narrativa auténtica.
Otro punto clave es el contexto que rodea al deportista. No hay nada más atractivo para los fanáticos que la historia inspiradora de un jugador talentoso. El marketing deportivo debe ser capaz de actuar como altavoz de las adversidades que ha tenido que superar un jugador durante su carrera, desde problemas personales hasta lesiones. El ejemplo por antonomasia es el del histórico atleta, Jesse Owens, en los Juegos Olímpicos de 1936. La maquinaria de propaganda nazi trataba de mostrar la superioridad de la raza blanco y el deportista estadounidense consiguió cuatro medallas de oro y superar a todos sus rivales en un derroche de valentía y con todo en contra por su color de piel. Otro buen ejemplo es el del histórico astro argentino, Lionel Messi que, tras superar numerosas dificultades de crecimiento durante su infancia, generó un enorme sentimiento de empatía entre la comunidad de seguidores.
Si bien es cierto que los jugadores pueden tener momentos de gloria, estos pueden ser efímeros y no volver a repetirse. El marketing deportivo debe buscar y alentar aquellos talentos que son capaces de mantener una lucha constante de superación basada en la dedicación y el sacrificio, así como ser capaces de adaptarse a los cambios y saber reinventarse así como afrontar las crisis con valentía y determinación. Ejemplos como la disciplina de Cristiano Ronaldo o Serena Williams o la modificación de su juego por parte de Roger Federer para seguir siendo competitivo a los 40 años son claros en el camino hacia la construcción de una leyenda.
Las estrategias más efectivas del marketing están basadas en la percepción del público y esta es una de las tareas que dependen, en gran medida, de la gestión de la propia marca. Para ello, es necesario contar con un óptimo manejo de las redes sociales, que serán claves a la hora de conectar con los aficionados, recortar la distancia con la personalidad deportiva y hacerlo más cercano al tiempo que se construye la imagen positiva. Un ejemplo es la proximidad que practica LeBron James en las plataformas sociales, en las que habla de temas sociales y culturales además de baloncesto. También es esencial cuidar la relación con los medios periodísticos, algo que Kobe Bryant siempre tuvo muy presente con una presencia calmada y respetuosa, así como la responsabilidad del cuidado por mantener una reputación impecable y evitar escándalos. Casos como el de Lance Amstrong, son un ejemplo negativo del desplome de una reputación por culpa del dopaje.
Muchos deportistas son recordados no solo por sus victorias y triunfos en el terreno de juego, sino también por sus acciones en el terreno personal. De este modo, atletas como Marcus Rashford o Muhammad Ali han empleado su fama profesional para luchar por diversas causas sociales, así como también su legado es utilizado para inspirar a nuevas generaciones. Leyendas del fútbol como Diego Armando Maradona o Pelé no solo destacaron en el campo con el balón, sino que inspiraron a miles de jóvenes a abandonar caminos indeseables, como las drogas o la delincuencia, para jugar al fútbol. Además, también es posible que un deportista se convierta en un icono de la cultura popular, apareciendo en películas o documentales o en la música y la moda, como Michael Jordan y su relación con la marca deportiva Nike.
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Marketing deportivo: la receta para crear una leyenda
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