La directora científica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), María Blasco
En una entrevista en RNE recogida por Servimedia, aseguró que no sabe qué decisión sobre su futuro tomará este miércoles el Patronato del CNIO. “Mañana se verá”, respondió.
Blasco reiteró que ella promovió un código ético y que nunca ha recibido ninguna denuncia por acoso, salvo una en la que se dirimió que no había existido tal acoso y que fue presentada por un trabajador “al que ni siquiera conozco”.
En todo caso, explicó que en el CNIO existen “canales” para cursar esas denuncias, que son “gestionados por el director gerente, no por mí”, y reiteró que ella no tiene constancia de ninguna denuncia en ese sentido.
Durante un mes y medio, denunció, ha sido acusada de una serie de irregularidades en materias cuya gestión “recae en el director gerente”, del que recordó que “en el pasado ha sido imputado” y sobre el que existen “indicios” de que todo ello esté “continuando”, motivo por el que ha presentado una denuncia ante la Fiscalía.
En este mes y medio “se ha dicho de todo”, denunció, todo ello “cosas que nada tienen que ver con mi labor en el CNIO, que es la estrategia científica”.
María Blasco relató que cuando llegó al CNIO “se me dijo que se iba a cambiar al director gerente” pero después “no pudo ser así”, hubo “un segundo intento” que tampoco “pudo ser”, y después se planteó en una tercera ocasión coincidiendo con “una serie de imputaciones”, pero “tampoco pudo ser” y ahora “ya me toca decirlo, cuando se me acusa de cosas que son su responsabilidad”.
Reiteró que el CNIO es “uno de los mejores centros de investigación de cáncer del mundo” y se declaró “muy orgullosa” de la labor del equipo directivo y de todos los científicos del centro. Su empeño, insistió, ha sido defender “el buen nombre del CNIO”, lo que también pidió a la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, así como que “no se dejara influir” por “esta campaña de descrédito”.
Preguntada por las prioridades de gasto y la necesidad de renovar equipos, se reafirmó en que el presupuesto es “limitado”, lleva congelado desde 2014, y “yo no administro el dinero del centro”. Todo lo que ella hace, explicó, es visible, pero “cómo se usa el dinero del CNIO es más opaco”.
Reconoció que últimamente no ha hablado con Arroyo y que la actividad científica era “frenética” en el centro hasta comenzar esta “crisis”. “Quien haya iniciado” esta campaña, denunció, ha conseguido “paralizar” esa actividad y no solo “manchar mi nombre sino el nombre del CNIO”.
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