Esta situación, afortunadamente, afecta cada vez a menos personas en Europa. Según un reciente informe de Eurostat, la tasa de desempleo de largo plazo, como porcentaje de la fuerza laboral, fue del 2,1% en la UE en 2023. Marca así un mínimo histórico desde el comienzo de la serie temporal en 2009.
Entre los países de la UE, Dinamarca y los Países Bajos se sitúan ambos con el 0,5%, por delante de República Checa, Malta y Polonia (todos con el 0,8%). En el otro lado, Grecia se destaca con la tasa de desempleo de larga duración más alta, alcanzando el 6,2%. A continuación se encuentran España (4,3%) e Italia (4,2%).
En el caso de España, esta cifra es muy superior a la de los vecinos Portugal y Francia, donde es del 2,5% y el 1,8%, respectivamente. No obstante, la tasa de parados de larga duración española se ha reducido notablemente en los últimos años.
De acuerdo a las cifras de la Oficina Estadística europea, el porcentaje de personas en situación de desempleo de larga duración ha disminuido un 67% en la última década. Y es que en 2013 era del 13%. Desde entonces ha ido en descenso, despidiéndose de los dos dígitos en 2016 (9,5%).
En estos 10 años, desde 2013 hasta 2023, únicamente repuntó en el 2021, cuando fue del 6,2% frente al 5% del año anterior. La pandemia del Covid 19 que asoló todo el mundo también golpeó con fuerza el mercado laboral, con la pérdida de millones de puestos de trabajo y el cierre de empresas.
Sin embargo, si se atiende solo al peso de este tipo de desempleo, sin tener en cuenta la fuerza laboral, el dato es del 35%. Muy por debajo de la situación en 2013 (49,7%), 2014 (52,8%) o 2015 (51,6%). En comparación con la UE, la cifra de 2023 es la misma que la de España, el 35%.