La inflación de la energía en los 38 países que componen la OCDE se situó en noviembre en el 23,9%, frente al 28,1% de octubre, y ya se encuentra en mínimos desde septiembre de 2021.
En España, el precio de la energía aumentó un 4,5% en tasa interanual, cinco veces menos que en el conjunto de la organización. Solo en México (2,4%) e Israel (4,4%) registraron un avance inferior. El récord lo marcó Turquía, cuyos precios energéticos se dispararon un 123,3%, aunque siguen también muy elevados en Italia (67,6%) o Reino Unido (55,2%). En Países Bajos, han pasado del incremento del 99,8% de octubre al 41,3% en noviembre.
LA INFLACIÓN DE LOS ALIMENTOS SE MANTIENE EN EL 16,1%
Mientras, el incremento de precios de los alimentos se mantuvo estable en el 16,1% en el conjunto de la OCDE. El dato de España (15,3%, una décima menos que en octubre) se situó ligeramente por debajo de esa media, y también de la de la eurozona (16 %).
En cuanto a la inflación subyacente, que excluye los elementos más volátiles que son la energía y los alimentos, fue del 4,1% en el caso de España comparada con el 7,5% en toda la OCDE y con el 5% de la eurozona.
La inflación global en España en noviembre, del 6,8 %, fue superior a la de Suiza (3 %), Japón (3,8 %), Corea del Sur (5 %), Israel (5,3 %), Luxemburgo (5,9 %), Francia (6,2 %) y Noruega (6,5 %).