Como resultado, más personas trabajaron menos horas de lo habitual y se ausentaron de sus puestos de trabajo, señala Eurostat, que no obstante pone de relieve las notables diferencias entre los países del bloque comunitario.
Los mayores descensos se registraron en Grecia (-19,7%), España (-19,5%), Portugal e Italia (ambos -19,0%). Por el contrario, los países en los que hubo pocos cambios en las horas trabajadas (con una reducción de menos del 5%) fueron: Finlandia (-4,4%), Dinamarca y Luxemburgo (ambos -4,1%) y los Países Bajos (-3,2%).